lunes, 29 de noviembre de 2010

Estrategia Politica Internacional





LA GLOBALIZACION Y EL ESTADO NACIONAL EN EL SISTEMA INTERNACIONAL, UNA PERSPECTIVA PERIFERICA


ASIMETRÍAS, GUERRA DE DIVISAS Y REGRESO AL PROTECCIONISMO
HACIA UNA NUEVA ESTRATEGIA REALISTA PERIFERICA


HARRY MARTÍN DORN HOLMANN








EL ESTADO Y EL SISTEMA INTERNACIONAL. DIVERSOS ENFOQUES.
Como se concibe el rol del estado en el sistema internacional, cuales son las tendencias que se observan a nuestro alrededor, cuales son los principales problemas que afronta en los tiempos actuales de la globalización y cual es la opinión de los expertos, son los temas que llaman nuestra atención en una era de migraciones masivas, de dinámicas territoriales, de cambios en los poderes hegemónicos, de nuevas alianzas ideológicas, de inseguridad, de guerra de divisas y regreso al proteccionismo y otros problemas que surgen en medio de una nueva división del trabajo mundial que afecta las relaciones ciudadano Estado nación en el contexto de la globalización, y en particular, a los pequeños o vulnerables estados nacionales del autentico tercer mundo que luchan por sobrevivir y reducir diferencias en un mundo globalizado, asimétrico y altamente competitivo.

Desde la perspectiva de un Estado tercermundista o periférico, ó país pobre si se prefiere para estar a tono con las nuevos enfoques y cuestionamientos, nos interesa hacer un breve recorrido por las distintas teorías y debates, sobre la globalización y sus consecuencias, hasta formular los postulados y lineamientos generales de una teoría realista y pragmática, mas acorde con las realidades y limitaciones de los países pobres, tomando en consideración las percepciones y enfoques de los países ricos y poderosos acerca de sus relaciones internacionales y el sistema internacional   

Tradición realista y debate realismo-idealismo
En la tradición realista clásica la actuación del Estado viene determinada por el propio sistema (equilibrio de poder) con independencia de su ideología o sistema político-económico. Todos los Estados actúan de forma semejante, tratando siempre de incrementar su poder.  Junto al poder, el segundo elemento clave del realismo es la noción de interés nacional, definida en términos de poder económico y militar que se identifica con la seguridad del Estado. Antes que nada, el Estado garantiza la supervivencia en medio de un mundo hostil y competitivo en donde cada cual busca optimizar la consecución de sus propios intereses. No existe espacio para la ideología, ni principios, ni valores.

Bajo la concepción realista, es muy pobre e incierto el futuro de nuestros países menos desarrollados, dadas nuestras sensibilidades, vulnerabilidad y enorme dependencia de los mercados internacionales. No somos países de gran poder económico y militar, y prácticamente estaríamos condenados a ocupar el lugar que nos designe el propio sistema internacional en función de nuestras fortalezas y debilidades. Bajo esta perspectiva, no existe la cooperación o solidaridad internacional que no sea en función de la propia concepción realista, es decir, de los objetivos e intereses de los Estados más poderosos.

Históricamente, a inicios del siglo XX, el realismo busca consolidar su teoría debatiendo con las premisas idealistas. Algunos realistas como Carr, por ejemplo, confrontan las premisas utópicas o las que se atribuyen a los utópicos, con las premisas basadas en la tradición del pensamiento realista y que, según él, explicaban objetivamente las relaciones entre actores internacionales. Vemos nacer un enfrentamiento entre realidad objetiva y apreciación subjetiva, verdades absolutas versus visiones y valores, el ser o lo que es versus el deber ser, aunque no existe una corriente intelectual especifica que haya estructurado en profundidad una “teoría idealista”.  Así, por ejemplo, la tesis o la propuesta del mecanismo de “seguridad colectiva” (idealismo wilsoniano) estaría totalmente contrapuesto  a “realidades” concretas, en un mundo asimétrico y hostil donde predomina la justicia del más poderoso. En efecto, en la más pura tradición maquiavélica, según el realismo, los consensos se consiguen una ves que se impone el poder hegemónico.

Debate realismo-neorrealismo. Hacia el institucionalismo.
El cuestionamiento al “estatocentrismo” del modelo realista fue el aspecto principal de la crítica “transnacionalista” de entre guerras y a partir de mediados del siglo XX. En un mundo cada vez más interdependiente, las teorizaciones basadas en la preponderancia del Estado-nación eran juzgadas como inadecuadas. Producto de esta corriente de reflexión, florecen entre otras, las teorías federalistas, funcionalistas y neofuncionalistas, y mas adelante, las teorías institucionalistas.
Neo-realismo
La reformulación del realismo en neorrealismo por parte de Kenneth Waltz en 1979 constituye uno de los acercamientos en las posiciones de los participantes en dicho diálogo. Esta reformulación tuvo lugar en una de las obras más influyente en la literatura de las Relaciones Internacionales: Theory of International Politics. Sus principales alcances y aspiraciones son:
1. Formular una nueva teoría más profunda y rigurosa que supere el realismo clásico.
2. Desarrollar un nuevo modelo sistémico interestatal que relaciones el todo con las partes y destaque las características de conjunto propias del sistema internacional.
 3. Demostrar el comportamiento sistémico de los estados y los condicionamientos estructurales del sistema sobre las unidades que lo conforman.
4. Sustentar y verificar teorías sobre la base de observaciones empíricas y estudio de situaciones y comportamientos concretos  en los ámbitos político, económico y militar.
A pesar de los avances en términos sistémicos y la influencia del concepto de interdependencia que se percibe en la obra de Waltz, su reformulación mantiene los principales supuestos del realismo clásico: los Estados -unidades racionales, soberanas  y autónomas- son los principales actores de la política internacional, el poder es la principal categoría analítica de la teoría, y la anarquía es la característica definitoria del sistema internacional, a pesar de la interacción e interdependencia entre las unidades del sistema. Pero, a diferencia del realismo, el neorrealismo centra su explicación más en las características estructurales del sistema y menos en las unidades que lo componen. Waltz otorga mayor relevancia a los constreñimientos estructurales del sistema que a los atributos o características de las partes, pues, no son las partes las que definen el todo y más bien es el conjunto el que supera la definición de las partes.
Por su parte, Robert Keohane propone un nuevo programa o enfoque que reproduce algunas de las premisas del (neo) realismo, aunque con ciertos matices:
1) Los Estados son los principales actores internacionales, aunque no los únicos, sus intereses y percepciones están condicionadas por el sistema y pueden variar de acuerdo al sistema.
2) Los Estados interactúan, ejercen poder e influencia y buscan optimizar sus reivindicaciones  dentro del sistema y sus limitantes.
Sin embargo, el centro de interés de Keohane da prioridad al estudio de las normas e instituciones internacionales (institucionalismo), lo cual expresa con claridad el componente “liberal” de su nuevo enfoque y su aporte diferencial. En efecto, Keohane concibe la cooperación en el marco de las instituciones internacionales y los efectos que pueden tener en la percepción de los estados acerca de sus intereses y prioridades. Son las instituciones internacionales las que pueden inducir comportamientos cooperativos y en la continuidad consolidar la cooperación para la cooperación. Es decir, aun en situaciones de conflicto o diversidad de intereses, la cooperación es posible si las instituciones internacionales generan la voluntad de cooperar, y es aquí donde desempeñan o pueden desempeñar un rol importantísimo los organismos internacionales. En efecto, las instituciones internacionales pueden influir en la percepción de los estados y encontrar formulas de consenso para superar el conflicto, en interés de los propios estados, y todos los estados. Se trata entonces de incentivar la cooperación para la cooperación o estimular el comportamiento cooperativo de los estados con la intermediación de los organismos internacionales, un planteamiento o enfoque de gran interés para los países más vulnerables del sistema internacional.

Bajo tales supuesto del neorrealismo renovado, Keohane encontró una buena base para explicar la compatibilidad de las premisas realistas (Estados soberanos, autónomos,  sistema internacional anárquico, prioridad en la búsqueda de poder) con las liberales (racionalidad en la cooperación), diferenciando la noción de “cooperación” de la de “armonía de intereses” del liberalismo clásico. En otras palabras, Identificar intereses, entender los intereses de la otra parte y los propios, conciliar intereses, buscar opciones de mutuo beneficio, vencer los obstáculos de la cooperación, formular estrategias de puente y penetración, tales parecen ser las condiciones para que exista la cooperación. Basta que existan y se encuentren intereses complementarios o se definan intereses no percibidos anteriormente para que la cooperación sea posible. Sin embargo, hay que tener la voluntad de cooperar, y este comportamiento en última instancia depende de la voluntad de los estados.

En concordancia con lo anterior, podríamos concluir que, en consonancia con el realismo, la teoría institucionalista asume que los Estados son los principales actores en la política mundial y se comportan en base a las concepciones que tienen de sus propios intereses. Las capacidades relativas a la “distribución de poder” del realismo siguen siendo importantes, y los Estados dependen de sí mismos para obtener ganancias de la cooperación, de ahí el punto de partida, en nuestro caso en particular, para sustentar una nueva política realista periférica y pragmática. Es bajo este contexto estructural  que Keohane concibe a  nuevos actores  internacionales específicos como agentes para la cooperación, definidos como conjuntos de reglas  estables que prescriben comportamientos, definen campos de interés y configuran expectativas.  Es precisamente a  estos acuerdos a los que Keohane denomina “regímenes internacionales”.

Posterior a Keohane, vendrán otras definiciones sobre los regímenes internacionales:

·         Krasner, por ejemplo, se refiere a ellos como un conjunto de principios explícitos o implícitos, normas, reglas y procedimientos desicionales en función de las expectativas de los actores internacionales en una determinada área de interés.

  • O bien, como conjunto de políticas, normas y procedimientos con fines de gestión en áreas de interés común para los Estados. Es decir, un proceso de gestión que permita planificar, programar, controlar y evaluar los esfuerzos conjuntos de los estados en un área de interés particular (Harry Dorn Holmann. Curso de Teoría de las Relaciones Internacionales, presentación sobre: Poder e Interdependencia, Robert O. Keohane y Joseph S Nye, febrero 2007).

En conclusión, la teoría institucionalista enfatiza la relativa autonomía de las instituciones internacionales y su incidencia en las concepciones del propio interés de los estados, de ahí la síntesis de elementos  del realismo y del liberalismo,  sin encasillarla necesariamente como una teoría exclusivamente  liberal. De ahí también el interés en una estrategia que surja del propio interés de los estados apoyándose a conveniencia en el propio sistema internacional y las ventajas que ofrecen los regímenes internacionales.




Neorrealismo-neoliberalismo
El contenido del debate neorrealismo-neoliberalismo y las principales divergencias entre ambas escuelas a principios de los noventa eran las siguientes:
 Para los neorrealistas, como vimos anteriormente, la anarquía y el sistema internacional plantean condicionamientos al comportamiento estatal, o a las unidades del sistema,  mucho más importantes que las admitidas por los neoliberales, la cooperación internacional es más difícil de lograrse, más difícil de mantenerse y más dependiente de las relaciones de poder de los Estados, por la misma asimetría del sistema.

En cuanto a los beneficios de la cooperación, beneficios absolutos y/o relativos, los neorrealistas sostienen que los Estados buscan ante todo mejorar su posición relativa frente a los demás, obtener beneficios mayores a consecuencia de la cooperación, sin importar los beneficios de la contraparte. En otras palabras, más que maximizar ganancias o de optimizar los beneficios para todos en la cooperación, o de racionalizar recursos por la vía de la cooperación, más que un resultado de ganar-ganar, los Estados buscan alcanzar y mantener una posición de superioridad frente al resto, ante el temor de ver acrecentado el poder económico y militar de otros Estados. Este sería el principal obstáculo para la cooperación.
Por lo demás, ambos enfoques entienden que la seguridad y el bienestar económico son metas importantes, pero difieren en la escala de prioridades. Para los neoliberales, por ejemplo, las prioridades económicas son básicas. Para los realistas y neorrealistas, en cambio, la distribución de recursos (capacidades) entre Estados es el factor que mejor explica su comportamiento y su disponibilidad para cooperar.

En cuanto a la eficiencia de los regímenes internacionales, para los neoliberales, los regímenes y las instituciones internacionales facilitan las negociaciones, mitigan las limitaciones que tiene la anarquía y reducen distancia entre percepciones para la cooperación. La dimensión del conflicto se reduce y la racionalidad cobra espacio con los regímenes e instituciones internacionales. Hasta donde los estados están dispuestos a cooperar y los resultados que puedan obtenerse por la vía de los regímenes internacionales, todo dependerá en ultima instancia de la voluntad de los estados, donde la utilidad y las relaciones de poder juegan un papel todavía importante, según los neorrealistas.   

Es bajo esta perspectiva que el debate neorrealista-neoliberal cambia de nivel.  Los segundos (neoliberales) sostienen que los Estados consideran, ante todo, los beneficios absolutos que les puede reportar la cooperación, y conciben los regímenes como producto de una “racionalidad weberiana” en la búsqueda calculada y objetiva de maximizar los intereses de los participantes. Los primeros (neorrealistas), concediendo prioridad a la escala de poder internacional, entienden los regímenes como consecuencia de las relaciones de fuerza y se explican a partir de la hegemonía de una potencia ó de las relaciones de poder. Para los neorrealistas, los consensos se conciben dentro de las relaciones de poder y no por los beneficios potenciales de la cooperación. En el caso de una estrategia periférica pragmática, es importante la búsqueda calculada de beneficios en función de los intereses del estado y comunidad que representan, aprovechando los beneficios que ofrece el sistema internacional en un mundo global, sin competir o enfrentarse con el poder global, apoyándose en el sistema internacional y regímenes internacionales.

Tradicionales y disidentes
La contraposición entre los nuevos enfoques “disidentes” y los viejos enfoques “hegemónicos” o “tradicionales” fue planteada por primera vez por Robert Keohane, en la conferencia que le correspondió pronunciar en marzo de 1988 en calidad de presidente de la International Studies Association. A un lado de la fractura situó Keohane las teorías “racionalistas”, las que consideran posible juzgar objetivamente los comportamientos, como el realismo/neorrealismo y liberalismo/neoliberalismo. Del otro situó las teorías que llamó “reflectivistas”. Según Keohane, los autores “reflectivistas”  tenían en común su desconfianza hacia los modelos científicos para el estudio de la política mundial, su desconfianza hacia una ciencia social fría y objetiva, a sus pretensiones de verdades absolutas, y la insistencia en la importancia de la reflexión humana sobre la naturaleza de las instituciones y la política mundial.

Otro elemento importante y diferenciador en común de los enfoques reflectivistas es su consideración de las relaciones internacionales como un conjunto de fenómenos “socialmente construidos”, rechazando el cientificismo y racionalismo extremo y fatal de las corrientes tradicionales en el estudio de las Relaciones Internacionales. En primer lugar, cuestionan las bases del conocimiento que suelen denominar “positivista”; la posibilidad de formular verdades objetivas y empíricamente verificables sobre el mundo social, al igual que la física o la biología o la química. Y en segundo lugar, cuestionan el conocimiento objetivo y neutral fundamentado sobre bases reales. En otras palabras, la “reestructuración de las Relaciones Internacionales” procede sobre la base de un constructo social, sobre la base de un proyecto social, aún dentro de las asimetrías de poder y distribución asimétrica de beneficios, ya que las percepciones de los estados son maleables, y están en constante cambio. Para los constructivistas, la estructura del sistema internacional no tiene un carácter fatal, ya que las ideas, las formas y los conceptos de vida cambian, al igual que la identidad de los mismos estados. Y es en esta vía que una estrategia realista periférica y pragmática integra un elemento importante de diferenciación en la creatividad, generando campos de actividad no tradicionales que generan beneficios al propio estado y a la comunidad sin prescindir de la cooperación internacional.

Existen diversos enfoques reflectivistas: la teoría crítica, los postmodernismos y los feminismos, por ejemplo.  El cuarto enfoque, el constructivismo, mantiene diferenciaciones que,  por razones de interés particular, daremos algo más de atención a este último enfoque por sus postulados afines con ciertas concepciones del realismo periférico, tal como lo indicamos anteriormente.

Constructivismo
Alexander Wendt en su influyente artículo de 1992, es un buen punto de partida para explicar su naturaleza y su inserción dentro del panorama teórico de las relaciones internacionales. Wendt presentó el constructivismo como una perspectiva capaz de contribuir al diálogo neorrealismo-neoliberalismo -reforzando los argumentos y racionalidad neoliberales- y a la vez capaz de acercar las posiciones reflectivistas a las racionalistas. Para Wendt, el diálogo entre neorrealistas-neoliberales gira en torno a la medida en que la acción estatal está condicionada por la “estructura” (anarquía y distribución de poder) o por el “proceso” (interacción y aprendizaje) y por las  instituciones y regímenes internacionales. Ese diálogo lo ve posible a partir de un denominador común: el compromiso “racionalista” de ambas partes. En opinión de Wendt las posiciones neoliberales sostienen que los procesos e instituciones pueden dar lugar a un comportamiento cooperativo a pesar de la anarquía ya que las  identidades e intereses de los actores pueden ser aclarados, modificados o influenciados por parte de los regímenes e instituciones. A su vez, las teorías “reflectivistas” se ocupan de cómo el entorno, las ideas, los valores, las formas culturales, las normas, los conocimientos y la “creatividad” influyen en la cooperación y configuración de identidades, una cuestión cercana, según Wendt, a las inquietudes de los neoliberales. Así, pues, el autor cree posible contribuir al debate entre neorrealistas y neoliberales con elementos constructivistas, abordando temas de interés común en el marco de la cooperación.   

Evidentemente, esas diferentes instituciones o estructuras no surgirían de la anarquía sino de la interacción recíproca entre los actores, es decir, del ingenio y de la voluntad explicita de adoptar comportamientos cooperativos o esfuerzos de adaptación política que generen patrones de orden.  Wendt considera que las identidades e intereses se desarrollan a través de la interacción y no pertenecen a la naturaleza de los estados, pues tales cualidades se generan a través de la interacción con otros actores internacionales. Por otra parte, dichas estructuras no son estáticas, pues la misma interacción y comportamiento adaptativo de los estados generan cambios en los patrones de orden, lo cual consolida y repotencia la cooperación para la cooperación. Este es el caso de las organizaciones internacionales y regímenes internacionales que tienen una gran incidencia en los procesos de reconfiguración de intereses estatales. Es el caso de la UNESCO, la OMC, la OTAN, y otros organismos y regímenes internacionales que gestionan temas de interés común de los estados y por voluntad e iniciativa soberana de los estados, aunque no necesariamente exista plena armonía entre los mismos estados. Es el caso del estancamiento de la Ronda de DOHA o la negativa de Francia y Holanda de aprobar una constitución europea en el marco de la Unión Europea.




LA GLOBALIZACION Y LOS ESTADOS NACIONALES. RETERRITORIALIZACION, DESTERRITORIALIZACION, MIGRACIÓN, CIUDADANÍA, Y NUEVOS RETOS PARA  EL ESTADO.
Enfoque general. El nuevo realismo global.
La globalización crea y reproduce relaciones de poder, dinámicas de cambio, elites poderosas y elites decadentes, pero también dinámicas migratorias, desempleo, fracturación familiar, y ruptura de vínculos de ciudadanía con los trabajadores desterritorializados. El capitalismo transnacional evade reglas de los Estados naciones y los ciudadanos diseñan formas para contrabalancear las tendencias hegemónicas para evitar una colonización totalizadora. En efecto, el proceso de conformación de la identidad nacional y del moderno Estado nación muestra como las comunidades imaginadas dependen de fuerzas homogenizadoras para unificar a sus miembros a la ves que los diferencia de otros. Es la construcción del sujeto colectivo, del nosotros, que se configura a través de la autoridad; del padre, del líder, del Estado. Pero, la transnacionalidad causará cambios en las relaciones entre estado y nación formando nuevas configuraciones, generando conflictos de lealtad y conciencia en presencia de procesos integradores y de transferencia de poder de un nivel a otro y produciendo rupturas entre ciudadanos y estado: Son las fuerzas de la globalización; es la globalización de lo local y localización de lo global. De ahí también la enorme dificultad para formular e implementar estrategia en función del interés y soberanía nacional.

Las redes supranacionales de instituciones financieras no son algo nuevo. El colonialismo y la enorme expansión de la producción desde la revolución industrial y en especial desde fines del siglo XIX crearon elites económicas y administrativas que comparten objetivos, ideologías,  esquemas de organización y cultura, que facilitan la expansión del mercado mundial. El nuevo capitalismo transnacional ya no es el capitalismo internacional que responde a una división del trabajo entre diferentes Estados naciones soberanos, ni el capitalismo multinacional mediante la asociación de capitales de diferentes orígenes nacionales en las mismas empresas. El nuevo corporativismo global no tiene orígenes ni sentidos de pertenencia y lealtad. No tiene pasaporte ni cedula de identidad. No tiene ciudadanía. Tampoco existe relación entre territorialidad y responsabilidad política ya que la integración de grandes mercados financieros y la fragmentación de los procesos productivos en diferentes países y regiones del mundo desarticulan las antiguas relaciones de pertenencia a nivel del Estado nación. Los capitales, los individuos, los administradores y ciertas categorías de trabajadores globales vinculados al capitalismo global responden a lealtades y estrategias distintas, convirtiéndose en ciudadanos del mundo sin pertenecer a un orden político superior.  Todo obedece y se somete a las nuevas estrategias globales de las potencias corporativas que aplican una especie de “realismo global”. Son los intereses globales y los resultados consolidados los únicos que interesan y prevalecen sobre los intereses y resultados locales. Es el conjunto que predomina y prevalece sobre las partes o componentes del sistema. Son los entornos políticos, económicos, culturales y tecnológicos al interior de los estados los que deben alinearse a la estrategia global de los grandes poderes transnacionales. El poder del conjunto se impone sobre el poder de las partes.

Por otra parte, el desarrollo tecnológico en las industrias del transporte y las comunicaciones aumenta la velocidad de las transacciones y reduce al mínimo el espacio temporal, construyendo una nueva dimensión del hic et nunc a escala global, unificando tiempo y espacio distintos en una sola dimensión. De ahí la transcendencia temprana y todavía indefinida de los típicos valores y sistemas de orden nacional, al ámbito global, como los aspectos ideológicos y políticos, la democracia, las ideas, imágenes y valores: libertades y derechos humanos, por ejemplo, la música, el arte, el diseño y la moda.

En tal virtud, el ciudadano desterritorializado se plantea nuevas problemáticas acerca de sus derechos y la imposibilidad de ejercerlos en su país de destino, donde carece de patrocinio estatal, salvo casos extremos de emergencia donde el Estado de origen interviene más por razones humanitarias o políticas que por razones de Estado. Es el caso de asesinatos y repatriación de cadáveres o la defensa de acusados por crímenes cometidos en el país anfitrión o la defensa de reivindicaciones planteadas por los emigrantes ante la desocupación o reclamo de derechos sociales. Lamentablemente, las nuevas políticas internacionales (de comercio, de inversión, de integración, etc) se conciben y formulan expuestas a relaciones de poder que condiciona la normatividad internacional y la eficacia de los regímenes internacionales, sometiendo a veces el interés nacional o regional, a los objetivos e intereses corporativos globales. Es la nueva interacción asimétrica entre “realismo global” y la “realidad local”. Sin embargo, la experiencia demuestra que resulta mas beneficioso pertenecer a los regímenes internacionales que renunciar a ellos, ya que los principios y normas de funcionamiento aportan beneficios por igual a todos los estados, de acuerdo a las clausulas de trato nacional y trato de la nación mas favorecida, por ejemplo, en el caso especifico de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Todo depende también de la formulación de la estrategia, pues existe una gran diferencia entre competir con los poderes globales y generar nuevos ámbitos de valor en el mercado global, entre confrontar al poder global y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global.

Paradójicamente, es la “desterritorializacion local” la que incentiva primero la migración hacia los países ricos y fomenta el surgimiento de una ciudadanía transnacional, como un proyecto promovido a veces por los mismos emigrantes, quienes aspiran a un nivel de vida superior, luchando contra la inercia o desinterés o incapacidad de los Estados nacionales. Adicionalmente, es la misma globalización la que intensifica, promueve y repotencia el flujo de personas y grupos sociales y la creación de nuevas redes sociales entre  países de origen y de destino, fomentando todo tipo de intercambios económicos, culturales, tecnológicos y representaciones de nuevas formas de existencia, nuevas formas de vida, las cuales rompen los lasos tradicionales entre individuos y Estado nación: es la territorializacion o localización de lo global y globalización de lo local. Pero es también la misma  globalización la que genera  crisis y disputas bajo el marco de una interdependencia compleja que complica la búsqueda de consensos y superación de crisis. La globalización penetra, teje y consolida redes en presencia o ausencia de los regímenes internacionales, generando crisis y conflictos globales que incentivan el proteccionismo estatal y los estados renacen  como el Ave Fénix,  para proteger y defender intereses,  a veces comunes, a veces contrapuestos.  Es la guerra de divisas en la actualidad y el retorno al proteccionismo, lo que enfrenta a los países en el mercado global.





Enfoques particulares
Los teóricos sociales que estudian las consecuencias de la globalización y sus impactos a nivel del estado nación sostienen posiciones diversas y contrarias, pero todos reconocen que el Estado nación afronta nuevos retos y necesita de nuevas estrategias de adaptación para superar los impactos de la globalización.
Autores y científicos sociales como David Harvey, Juan Pablo Perea, Saskia Sassen y otros, a pesar de sus distintos enfoques y diferencias,  todos dejan entrever  la dinámica del capitalismo global que genera una nueva distribución del trabajo global y crea sus propias reservas de recursos que son movilizadas de acuerdo a los términos y condiciones de su propia racionalidad expansionista. Los fenómenos migratorios, la territorializacion y desterritorializacion del capital y flujos financieros, la necesidad y disponibilidad de recursos y el surgimiento de nuevos ejes de producción y nuevos mercados podrían estar configurando las bases de un nuevo ordenamiento y ciudadanía, cuyos vínculos económicos, culturales y políticos múltiples ponen nuevamente en aprieto al Estado nación como actor principal del sistema internacional y garante de los derechos y libertades ciudadanas, por un lado, y gran defensor de intereses económicos y políticos, por el otro.   No sería la primera ves que el Estado nación entra en crisis y los problemas de las minorías errantes que se produjeron sobretodo entre las dos guerras mundiales demostraron la incapacidad de la comunidad internacional y organizaciones internacionales de solucionar los problemas de aquellos que han perdido sus cualidades políticas distintivas. Hoy en día, nuevamente, los emigrantes no pueden ejercer derechos de ciudadanía en el país anfitrión donde viven, trabajan, generan valor agregado y pagan impuestos, pero no obtienen más protección que la necesaria para sobrevivir como fuerza laboral.  Tampoco gozan de la protección de su país de origen, hacia donde envían las remesas de dinero para la subsistencia familiar, sin poder exigir los derechos que les otorga la ciudadanía. Adicionalmente, surgen nuevos problemas en el ámbito del comercio mundial y se inicia una guerra de divisas entre las grandes potencias para promover sus exportaciones y proteger su crecimiento económico y generación de empleos. Nuevamente, son los regímenes internacionales los que colapsan ante la imposibilidad de aportar soluciones (el estancamiento de la Ronda de Doha, por ejemplo) y surge la interestatalidad como única opción para encontrar soluciones a la crisis.

¿Qué sucede entonces con aquellos países más pobres y vulnerables que tienen como única alternativa a su débil Estado nación y sus alianzas como arma exclusiva para defender sus intereses en el contexto internacional? Ante tal situación de inferioridad, los estados tercermundistas no tienen mas alternativas que establecer alianzas estratégicas de defensa para balancear el poder y usufructuar así de las decisiones de los regímenes internacionales, siempre y cuando las decisiones se den dentro de procedimientos democráticos establecidos en igualdad de condiciones. La OMC es una referencia importante y oportuna, ya que el grupo de los 20 ha logrado hacer contrapeso a las grandes potencias que violentan la normatividad del comercio, otorgando subsidios a sus productores agrícolas en detrimento del libre comercio mundial. Por otro lado, los estados están en la posibilidad de formular nuevas estrategias en función de sus propios intereses sin entrar en conflicto o en competencia con el nuevo orden global.

EL ESTADO NACIONAL Y LA PÉRDIDA DE FACULTADES EN LA GLOBALIZACIÓN
A diferencia del sistema internacional, el proceso de globalización y sus fuerzas se presentan como localismo globalizado y globalismo localizado, pero no es totalmente anárquico. Es real y es global. Obedece y se orienta de acuerdo a una nueva estrategia que racionaliza los distintos procesos de generación de valor agregado a nivel mundial.  Son estas fuerzas globales las que generan transformaciones mundiales, caracterizadas por relaciones complejas de interdependencia entre actores internacionales, lo cual nos lleva a un cosmopolitismo global, donde los Estados se organizan (y son organizados) en defensa de sus intereses percibidos y aprovechan las asimetrías existentes mediante un nuevo estilo de dialogo que incluye temas diversos clasificados en materialistas (supervivencia económica, vivienda, seguridad social, educación) y de ultima generación (ecología, la paz internacional, terrorismo).

Pero el Estado ya no es el único y principal actor del sistema internacional ni es necesariamente el más poderoso. Nuevos actores aparecen en la escena internacional con nuevas formas de organización y nuevas reivindicaciones, y se buscan valores culturales alternativos y regímenes internacionales que consoliden en derecho el respeto y la vigencia de tales valores. Se palpa una hermenéutica hegeliana y wilsoniana e idealista en esta coalición transformativa internacional para la construcción de un nuevo orden más justo y menos hegemónico. Basta con observar los últimos esfuerzos de México y otros países latinoamericanos para combatir las fuerzas del narcotráfico y el crimen organizado conexo.  Pero las crisis internacionales surgen y el Estado renace con nuevas fuerzas y brillos en defensa de intereses específicos buscando arreglos y consensos en función de los intereses hegemónicos, protegiendo individualmente o en alianzas a las distintas fuerzas en disputa.  ¿Podrá lograrlo?

En función de lo anterior, discrepo con aquellos enfoques que extienden un “certificado de defunción” sin más ni más al Estado nacional, ante la inminente incapacidad o desidia de algunos para abordar temas candentes y de gran impacto en las relaciones internacionales. No tomar cartas en el asunto sería evadir responsabilidades y no podemos achacar a los países ricos o céntricos la falta de interés en estas áreas problemáticas. Los problemas migratorios, la desterritorializacion y perdida real o formal de ciudadanía, la prostitución a escala internacional, la crisis económica mundial, la guerra comercial, la guerra de divisas, el terrorismo, el narcotráfico y narcolavado y la organización criminal conexa, son contenidos prioritarios de agenda para los estados o países periféricos que ellos mismos deben impulsar en interés propio y para contrabalancear los efectos negativos de dichos fenómenos. Algunos “teóricos norteamericanos” (como Joseph Nye, por ejemplo) sugieren un cambio en el modelo hegemonista unilateralista hacia un modelo multilateralista que dé espacio a las asimetrías y cooperación en la interdependencia de los actores internacionales. Parece  que las fuerzas de la globalización se reorientan bajo un nuevo liderazgo estatal hegemónico pero bipolar-multilateral (China-Estados Unidos, Japón y la Unión Europea) buscando la cooperación interdependiente, por la supervivencia misma del sistema internacional. La emergencia de China como nueva potencia económica mundial y la alianza de los 20 al interior de la Organización Mundial del Comercio es la mejor prueba de ello. Doha sigue y seguirá en su propio estancamiento mientras no exista una verdadera cooperación comercial entre países en igualdad de condiciones. La nueva coyuntura comercial internacional y la actual guerra de divisas no contribuyen en nada para llegar a un acuerdo. Pero son nuestras sociedades pobres o tercermundistas las que deberán tomar conciencia de su propia defensa y control de la gestión del Estado buscando un manejo inteligente y pragmático de sus propias asimetrías,  buscando y fortaleciendo alianzas, sin menospreciar  las posibilidades de normatividad que ofrecen los organismos internacionales. Se trata de construir y potenciar fuerzas aglutinadas para incrementar nuestra pobre capacidad de negociación, en función de nuestros propios intereses, de ahí la construcción de nuestro propio realismo periférico y pragmático. Para ello, será necesaria la participación política activa en defensa de los intereses colectivos, un control democrático eficiente de la gestión de gobierno,  más aún que el desarrollo de los medios de comunicación y la tecnología de la información permiten esta acción política sobre la marcha de los acontecimientos. Hoy más que nunca, la ingeniería democrática al servicio de una democracia real y eficiente debe servir al fortalecimiento de la integración de fuerzas en función de los intereses nacionales.
Es precisamente la dinámica de los fenómenos globales la que no deja espacio para un control ex-post, y es esa misma dinámica la que nos proporciona las herramientas para un control ex-ante. Se trata entonces de promover una democracia real, no instrumentalista. No es una mera cuestión de medios. Se trata de obtener buenos resultados. Una democracia mal orientada puede conducir a la crisis social y la propia destrucción.

ELEMENTOS BASICOS DE UNA ESTRATEGIA REALISTA PERIFERICA
Los países más pobres, más débiles, más vulnerables y menos desarrollados se encuentran en clara desventaja en el sistema internacional. Formamos parte de un mundo global sin poder prescindir del mundo global. No podemos competir ni dar las espaldas a la globalización o someternos a ella sin sufrir las consecuencias. Solo nos queda un camino: aprovechar de manera inteligente las ventajas y oportunidades que la misma globalización nos ofrece. Nuevos rumbos, nuevos caminos y oportunidades pueden ser detectados sin incurrir en enfrentamientos competitivos costosos sin renunciar a los principios de libertad, derechos humanos, democracia, y participación constructiva del Estado. Pero para ello, es necesario reformular nuestra estrategia económica y política sustentada en principios, en la cohesión social, en una participación ciudadana plena, y en políticas consensuadas e incluyentes sin discriminación de ningún tipo. Esto significa que:

1.      Las alianzas estratégicas de los países deben ser pensadas a largo plazo. No desde la perspectiva única del pensamiento o visión del gobierno sino desde la perspectiva interna global y del mismo sistema internacional. Los periodos de gobierno son cortos y la historia demuestra que la continuidad de las políticas no está garantizada sobre todo cuando no existen consensos internos. Los costos en los que incurre un país por apoyar sus estrategia en el corto plazo son enormes, al menos para el país en su conjunto, es el caso del apoyo inicial a Saddam Hussein en Irak en su guerra con Irán y el apoyo a los talibanes en su guerra contra los soviéticos. Nadie duda (salvo las empresas que obtienen los múltiples y jugosos contratos) que la intervención en ambos países ha generado enormes costos a los Estados Unidos con beneficios menores que podrían ser obtenidos por vías alternas sin tanto sacrificio y tragedias para los americanos y el mundo. No se trata de criticar el combate al narcotráfico y al terrorismo internacional, se trata de modificar la estrategia o la forma de atacarlo.
2.      No existe mayor soberanía que la de un pueblo unido e identificado con la gestión de su gobierno. Un país dividido es un país más vulnerable que sensible. Un gobierno autoritario que sustenta sus políticas en la interpretación de la ley y definición propia del bien común, sin obtener aprobación de la comunidad, es un gobierno destinado al fracaso. Tarde o temprano las divisiones internas o el miedo a la represión crearán el ambiente propicio para la repulsa y la penalización electoral. En algunos casos, la frustración, el rencor y los miedos, son campo propicio para el surgimiento de líderes y pensadores radicales que capitalizan la desintegración social en función de sus propias frustraciones y traumas. La gran alianza obrera sindical con el gran capital alemán (en detrimento de los campesinos, los desempleados, los excombatientes, los servidores públicos, los profesionales y clase media en general) durante la República de Weimar constituye un ejemplo histórico contundente, lo que preparó la mesa llena para la llegada de Adolfo Hitler a la escena política.
3.      Los Estados deben promover el sano equilibrio entre libertades individuales, democracia y gestión de gobierno. Una democracia por acatamiento se convierte a la larga en una aristocracia o en una oligarquía legitimada en desmedro de las libertades individuales. Una democracia por mayoría debidamente legitimada (por el 51%, el 60% 0 el 70%) puede contribuir a la desintegración social e inestabilidad social cuando la mayoría simplemente se impone en desmedro de los derechos y libertades de las minorías. El consenso constituye un punto de convergencia entre gestión gubernamental, libertades y democracia, promoviendo el sentirse iguales en la diversidad, sin trato discriminatorio. El intervencionismo estatal que perenniza la ineficiencia no solo mata la iniciativa y el deseo de superación, sino que penaliza el trabajo creativo y fecundo en desmedro de las libertades, creando cargas para compensar la desidia e ineficiencia. Un Estado indiferente y abúlico, en cambio, favorece las libertades e iniciativas individuales pero, abre las puertas al abuso, al despotismo, al interés particular sin límites y sus prejuicios, en detrimento del bien común, sometiendo los intereses de la comunidad al poder monopólico (ya sea poder económico, poder financiero, poder comercial, o poder militar).
4.      El principio de soberanía juega en ambos sentidos en el sistema internacional. Así como los Estados exigen respeto a su soberanía en el manejo de sus asuntos internos tampoco puede haber intervención de otros estados cuando un Estado pierde el control de esa soberanía o el ejercicio pleno de dicha soberanía, salvo cuando se trata de Estados fallidos u cuando está en peligro la seguridad de otros estados y la paz en el sistema internacional. Para eso existen hoy en día mecanismos de seguridad colectiva consagrados en la Carta de Naciones Unidas o en las prácticas posteriores de Naciones Unidas. Pero un Estado soberano no puede ser garante del ejerció pleno de la soberanía de otro Estado soberano.
5.      Una estrategia realista y pragmática periférica evita la confrontación y promueve las alianzas productivas. Las asimetrías del sistema internacional juegan en contra de los estados más débiles y la lucha competitiva solo genera costos sin beneficios. Los nichos para la diferenciación son más escasos y las distancias tecnológicas se agrandan cada vez más. Más que la confrontación y la lucha competitiva los estados débiles deben concentrar esfuerzos en “nuevas “áreas de actividad económica, comercial, tecnológica y política, que les permita concentrar recursos eficazmente, sin enfrentar competencia destructiva. La competencia en desventaja solo genera costos y fracasos que consumen los pocos recursos disponibles de una comunidad, al igual que los clubes o alianzas amistosas, que consumen recursos pero no aportan beneficios tangibles al desarrollo individual y de conjunto. Las alianzas estratégicas y la prioridad de las alianzas constituyen elementos fundamentales de políticas que amplíen las posibilidades de agregar valor a la gestión del Estado en beneficio del desarrollo nacional, en justicia, democracia y respeto a las libertades.
6.      Una alianza realista y pragmática periférica genera economías de escala que son imposibles de conseguir independientemente. Es el caso de los regímenes internacionales y organismos continentales o regionales. Las clausulas de Nación más Favorecida y Trato Nacional de la OMC aportan beneficios sin costo alguno para los Estados miembros al igual que el foro de Naciones Unidas y los organismos que forman parte de la organización, como el ECOSOC y otros. No pretendemos afirmar que tales organismos funcionan eficientemente, pero su reposición resultaría más costosa que una reforma. En todo caso, un beneficio sin costo genera un retorno infinito sin distraer inversiones.


HARRY MARTÍN DORN HOLMANN
DIRECTOR ACADEMICO
CIENCIAS POLITICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES

18 comentarios:

  1. Como acertadamente refiere en su texto, la globalización tiene dos caras en la moneda, por una parte alcanza relaciones de poder, logra cambios, da lugar a grupos cada vez más fuertes; y por otro, genera desempleo y fracturación familiar, pero a mi manera de ver, también decae en una pérdida considerable del llamado sentido de pertenencia a cada nación a la que perteneciere cada individuo y se vuelven ciudadanos del mundo. Es decir, con la nueva configuración global, todo obedecea los intereses globales, descartando del círculo a los intereses nacionales.

    Es verdad lo que los realistas sostienen en cuanto a lo que pasará con nuestros países periféricos o del Tercer Mundo que, aún guardando el deseo de progreso nos apoyamos en los mercados internacionales y en los lugares que merezcamos en función de nuestras aportaciones, que en el mejor de los casos, son apenas significativas, entendiendo así que los más fuertes pasan sobre los más débiles. Por ello, inclino mi posición hacia un sentido del pensamiento reflectivista ya que para el estudio de la política mundial no se puede inclinar por un método demasiado frío y lineal,sino más bien, pensando como los constructivistas, que entienden que dicho sistema internacional no es estático y que siempre estará sujeto a cambios en sus ideas y formas de vida en cada estado, ya que cada uno posee una identidad propia y diferente de las demás. Por lo que si se tiene especial reparo en ello, se logrará un gana y gana: gana el estado individualmente y el sistema internacional como un todo.

    Así, los países menos desarrollados como el nuestro, están en desventaja en relación al resto de naciones que conforman el sistema internacional y, es imposible quedarse fuera de la globalización, por lo que es necesario ejecutar y aprovecharlas ventajas de las que cada territorio gozara, pero planteando solucionesinteligentemente, comoa bien usted sugiereHarry.
    Entonces, es urgente, que los países de nuestra región inicien una participación política ciudadana que sea escuchada, deliberada y aprobada por la misma ciudadanía en función de su bienestar, con la participación y consenso de sus gobiernos vigentes, en donde se planteen ideas que nos involucren en el contexto global pero sin perder la identidad que nos caracteriza como países únicos y diferentes. Aunque en la medida en la que avanza el tiempo, el desarrollo de la comunicación y la tecnología, no es descartable que los países sudamericanos se unan para contrarrestar a las grandes fuerzas mundiales, pues no son más las diferencias que nos separan y sí son más grandes los puentes que nos unen, ya que todos perseguimos un mismo ideal: el progreso. Por ello, la región sudamericana en unión lograría crear una fuerza que se haga escuchar a nivel mundial en lugar de luchar solos indistintamente. Por lo que sería interesante que usted pusiera en tela de discusión esta idea de la anexión de los países del sur para generar fuerzas conjuntas en el fenómeno de la globalización.
    Saludos
    Damaris Montenegro
    Universidad de los Hemisferios

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  2. Desde siempre la Globalización ha sido un tema de discusión, ya que como bien se menciona en el texto son las nuevas tendencias y por lo general se tiende a tener dudas sobre lo nuevo. Me parece que es un tanto evidente que precisamente la Globalización es la que determina el rol del Estado y del Sistema Internacional.
    Pero no es solamente este tema el que llama la atención sino los conflictos, las guerras, los cambios de poder y las nuevas tendencias de Gobierno, entre otros, lo que como bien dice ha llamado la atención de expertos en el tema que han querido opinar acerca del mismo, para de alguna manera tratar de encontrar respuestas.
    Pero lo que más me llama la atención es que los diferentes enfoques han querido ser mirados desde la perspectiva de los países tercermundistas, ya que de alguna manera son los más perjudicados en el tema de la Globalización. Sin embargo, creo yo que no todos los aspectos de la Globalización son malos, ya que de alguna manera se ha tenido avances comerciales, se han generado mayores alianzas que pueden ser beneficiosas desde el punto de vista económico y también ha habido avances tecnológicos relevantes, en un mundo en donde se tiene que dejar de tener una perspectiva nacional y pensar más globalmente.
    Es verdad que hay países que tienen mucha más influencia que otros y que son los que de cierta manera determinan el funcionamiento de muchas cosas en el mundo, pero tal vez el que exista esa influencia, como por ejemplo, Estados Unidos, que se menciona en el texto, tiene un efecto positivo en otras naciones, aunque en un principio se vele solo por los intereses propios.
    Si es verdad, como se menciona en el texto, la Globalización tiene dos caras de la moneda, una que genera grandes beneficios y otras grandes pérdidas, como es a nivel cultural, desempleo, etc. Lo que más me impacta es que la Globalización beneficia a las grandes potencias y perjudica a países como el Ecuador, con una debilidad política y económica mayor que países del Primer Mundo.

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  3. Antes de empezar, creo que se debe mencionar ante todo las dos caras que tiene la Globalización para países tercermundistas o en vías de desarrollo. En primer lugar creo que la Globalización ha traído beneficios como desventajas al mismo momento. Por lo que es un tema de gran discusión dentro de los diferentes Estados. Principalmente, dentro de los Estados tercermundistas como en el Ecuador. Dado que la globalización como se lo menciona en el texto es quien determina el papel del Estado y del sistema internacional.

    Muchas veces las personas no están acostumbrados a lo nuevo, lo que es innovador tienen dudas sobre las nuevas tendencias. Dado a eso ven a la globalización como algo malo, en que Estados de primer mundo se aprovechan entre otros estados más pequeños por el poder económico que tienen genera desempleo, perdidas culturales, (aunque no estoy completamente de acuerdo con esto) y no se toma en cuenta las opiniones de los débiles.

    Harry, yo considero que la Globalización tiene enfoque más positivos que negativos. Comenzando un poco en lo de pérdida cultural, considero que no hay del todo una perdida cultural por los avances que se ha realizado en la comunicación y la tecnología. Con los años hay una facilidad en poder comunicarse con todo el mundo cuando antiguamente era más complicado hacerlo. Con el avance de la tecnología es mucho más sencillo informar a otros, sobre las diferentes culturas mundiales. Uno puede estudiar más de ellas y adaptarse cuando uno viaje a los diferentes destinos. Se ha mejorado los mercados internacionales teniendo un crecimiento comercial y generando alianzas globales, además obteniendo un mayor beneficio económico. La globalización, de una forma ayuda en el proceso de desarrollo de países de tercer mundo como el Ecuador y el resto de la Latinoamérica.

    Los Estados Unidos como China, son países que tienen un enfoque muy positivo entre otras naciones por los avances que estos realizan y transmiten a todo el mundo. Muchas naciones deberían estar agradecidas por los avances que estas dos han realizado. Pero estas también tienen que considerar que el trabajo que países de tercer mundo realizan y no se les toman en cuenta por la falta de desarrollo que estos tienen a nivel mundial.

    Es por eso que yo considero que la Globalización trae más beneficios al mundo que desventajas para los Estados. Hay que tener en cuenta que gracias a los grandes avances de la globalización es preferible difundir nuestros pensamientos y que países progresen para no quedarse atrás de otros. El Ecuador debería de una manera aprovechar la globalización para progresar y dejar de un lado los intereses económicos y políticos de quienes nos gobiernan.

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  4. La globalización ha hecho que hoy el mundo sea una “aldea global” con comunicaciones electrónicas e instantáneas con cualquier ciudad de los continentes más lejanos. Pero es esencial recordar que los beneficios de la globalización han sido aprovechados especialmente sólo por los grandes países del Primer Mundo, que son los únicos que cuentan con la capacidad comercial, económica y tecnológica para utilizar eficientemente el sistema actual según sus intereses prioritarios de todo orden.
    La globalización ha abierto un nuevo espacio para las actividades económicas de todo el mundo. Esto ha sido posible gracias al desaparecimiento de las barreas que obstaculizan el comercio y la movilidad del capital, así como a los avances tecnológicos y a la disminución del costo de los transportes, las comunicaciones, entre otros. Los beneficios de la globalización son muchos: crecimiento económico rápido, niveles de vida más elevados, aceleramiento de innovaciones, difusión de tecnologías y técnicas de gestión y nuevas oportunidades económicas para las personas como para los países.
    La globalización también trae ciertas desventajas como un orden internacional inequitativo que ha permitido la profundización de las diferencias entre ricos y pobres. La globalización no puede ser rechazada totalmente porque ha sido factor de desarrollo, pero si pueden haber alternativas mejores que creen más justicia entre los pueblos, mayor solidaridad, mejor distribución de la riqueza.
    Para concluir, la globalización es una realidad y todos los países debemos enfrentarla, los países en vías de de desarrollo no se han beneficiado totalmente de la oportunidades del nuevo orden internacional y las diferencias entre los países han aumentado en los últimos años. Podría plantearse una política realista y pragmática donde el objetivo sea la defensa de los intereses prioritarios y una mejor inserción de los países periféricos en el orden internacional contemporáneo.

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  5. Se ve que la globalización es la tendencia revolucionaria de nuestros tiempos, revolucionaria en varios ámbitos, pero especialmente en la economía, en la política y en las relaciones que mantienen los países unos con otros.
    Los países subdesarrollados no han sabido ajustarse dentro de esta economía globalizada, pues lo que han hecho es sumergirse aún más y encontrarse sometidos al dominio de los países más desarrollados, es decir al dominio de los creadores de la globalización.
    Lo que se da es el afán de competencia que estaría bien si todos participaran de esa competencia.
    Sin embargo, una globalización mal llevada no implica un desarrollo equitativo y volveríamos al mismo punto de partida, en donde por mas que se trate de crear nuevas tendencias, nuevas corrientes de desarrollo no se lograría un beneficio común por el simple hecho de que el ser humano no pone en un primer plano el deseo de ayuda, el deseo humanístico, sino el deseo de ganancia y de poder; ocasionando que el termino globalización obtenga un doble sentido, dos caras así como usted lo plantea Harry.
    Una verdadera globalización seria excelente si es que se la realiza de forma global y no fragmentada, para que se convierta en el conector de la LIBERTAD, la IGUALDAD y la FRATERNIDAD.

    Katherine Velasco R.

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  6. La Globalización es un proceso de integración mundial que adopta diversas formas. Su actor principal son las empresas transnacionales, que actúan desde un núcleo fuerte asentado en un Estado Central, pero que rebasa los límites estatales. Es un fenómeno que crea y reproduce relaciones de poder, elites poderosas y elites decadentes, pero también dinámicas migratorias y desempleo. Es un proceso civilizador en tanto desafía, rompe, subordina, destruye o recrea la vida y las formas sociales de trabajo. Uno de los ejes fundamentales de este proceso es el económico. La globalización económica puede ser entendida como el proceso que se caracteriza por la libre circulación por el mundo de bienes y servicios
    Actualmente, es casi imposible, por no decir imposible, que los hechos pasen desapercibidos por la intrascendencia de los mismos. El mundo se encuentra tan interrelacionado que un accidente donde esté involucrado algún actor internacional, segundos después del suceso, es conocido por el resto del mundo. No se puede vivir aislado. En este sentido, las crisis dejaron de ser locales para convertirse en internacionales.
    A mi parecer y conforme a lo q usted ha mencionado, la Globalización ofrece grandes oportunidades de alcanzar un desarrollo verdaderamente mundial, pero no está avanzando de manera uniforme debido a que algunos países se están integrando a la economía mundial con mayor rapidez que otros. En los países que han logrado integrarse, el crecimiento económico es más rápido y la pobreza disminuye. Pero en el caso de los países en vías de desarrollo la Globalización los perjudica dado que no tienen la gran capacidad que poseen las grandes potencias para integrarse a la economía mundial. Como usted bien dice Harry, la globalización tiene dos caras, una cara que es aparentemente buena porque beneficia a los países desarrollados permitiendo el crecimiento y la ampliación del poder económico de regiones internacionales y apoyando o colaborando con la expansión de los modelos económicos de estos países; y la otra cara mala que perjudica a países en vías de desarrollo debido a que estos carecen de la gran capacidad para integrarse a la economia mundial con rapidez. Evidentemente la globalización perjudica enormemente a la población mundial, más que favorecerla.

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  7. Como es bien conocido todo lo que sea neo, es decir nuevo, va a crear polémica; más si se trata de un tema como la Globalización que nos afecta política, económica y socialmente a los paises en vias de desarollo. Ya que para nosostros es más complicado competir en un mercado que brinda mayores posibilidades para los paises desarollados, debido a que en este tipo de sistema el dinero es un gran equivalente a poder. A parte, los paises en vías de desarrollo al no contar con tecnología se vuelven productores de materia. Un claro ejemplo de esto es el crudo que es vendido a los paises grandes, ellos nos lo devuelven vendiéndonos, claro ya transformado, en productos muchas veces de primera necesidad, por lo que nosotros no podemos competir frente a eso. Un punto a favor de la globalizacion seria que nos permite estar conectados con casi todos los países y saber acerca de nuevas culturas, podemos hacer esto de una forma mucho más rapida. En si el grave problema con cualquier sitema, no sólo con la globalizacion, es que el ser humano no vela por ineteres colectivo sino por el propio interés, siempre va a haber alguien que crea que puede mandar más que uno. Si la globalización se tomara del punto de vista de unión y avance de los pueblos, porque los unos se necesitan a los otros, la verdadera idea de la globalizacion seria muy vigente.
    Stephanie Manosalvas.

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  8. La globalización es una realidad que no podemos evitar. Es cierto que trae consigo sus ventajas y desventajas, pero de nada sirve sentarnos a analizar qué pesa más, si lo bueno o lo malo. Frente a este fénomeno, no nos queda más que sumarnos a la realidad, formar parte de ella; pero sobre todo aportar para una mejora de los países en vías de deserrollo, que son los más vulnerables. Debemos presentar propuestas factibles y sustentables, tenemos que fomentar el funcionamiento de los organismos mediadodres, que muchas veces no son más que nombre.

    En cierto punto, el realismo establece que se debe confiar solamente en sus propios medios. Aunque no estoy de acuerdo con esta afirmación, muchas veces nos damos cuenta que sí es así; que cada estado y organismo internacional vela solo por sus propios interesés. Yo me pregunto: ¿Cómo sería este mundo si por una vez en la vida dejamos de ver bajo nuestra sombra y levantamos los ojos hacia al frente para ver lo que sucede a nuestro alrededor? Seguro todo sería distinto, quizás seríamos más racionables y aceptaríamos acciones que beneficien a todos.

    Gracias.

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  9. La globalización es un proceso, que en teoría, unifica a las naciones en aspectos políticos, económicos, sociales,culturales,científicos, tecnológicos (comunicación). Pero esto no es sino un concepto para los países del Tercer Mundo o los que eternamente se encuentran en vías de desarrollo. Muchos nisiquiera se acercan a esa realidad.

    Vivimos bajo la Teoría realista: cooperación únicamente cuando a los "grandes" les interesa. Es como si los países pobres sirven de puente para que aquéllos alcancen sus objetivos.

    Una vez más... hay que solucionar los impactos de la globalización basánonos en nuestra realidad.

    Y una cosa más. Viendo el actual panorama polítco internacional, creería que el gobierno de Correa está destinado al fracaso (si es que ya no lo está) por el aislamiento de sus relaciones internacionales a ese reducido "grupo de amigos".

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  11. La globalización es hoy uno de los temas más delicados. Aparece en todos los debates públicos, sean breves comentarios en la televisión y consignas en carteles, sitios en la red y periódicos versados, debates parlamentarios, directorios de empresas o asambleas de trabajadores. Sus adversarios más encendidos le imputan el empobrecimiento de los pobres del mundo, el enriquecimiento de los ricos y la devastación del medio ambiente, mientras que sus partidarios más fervorosos la consideran un elevador de alta velocidad que lleva a la paz y la prosperidad universales. ¿Dónde está la verdad?.
    La globalización, es crucial que en un análisis de la globalización se distinga entre las distintas formas que ésta asume. El comercio internacional, la inversión extranjera directa y las corrientes del mercado de capitales plantean cuestiones distintas y tienen consecuencias diferentes: posibles beneficios por un lado, y costos y riesgos por otro, que requieren evaluaciones y respuestas normativas diferentes. En general, el Banco Mundial se inclina a favor de una mayor apertura para el comercio, los beneficios en materia de desarrollo económico y reducción de la pobreza tienden a ser relativamente mayores que los riesgos o costos posibles, aunque también se preste atención a políticas concretas para atenuar o aliviar esos costos y riesgos. A pesar de las oportunidades que genera la globalización y las transformaciones que la misma supone para la "nueva economía mundial", la mayoría de los países del Tercer Mundo o periféricos no han podido aprovecharlas efectivamente. Cuando se analizan los avances reales en términos de crecimiento sostenido, reducción de la pobreza y equilibrios externos, quedan claras las debilidades que enfrentamos los países subdesarrollados. Lo anterior ha sido el resultado tanto de las características asumidas por el proceso de globalización como de los efectos adversos para la mayoría de los países del Tercer Mundo derivados de la forma en que los mismos se han integrado a la "nueva economía mundial".
    Por ello en el trabajo se presentan algunas de las características más sobresalientes de las relaciones económicas internacionales en los últimos tiempos comercio mundial y finanzas internacionales las que constituyen el "entorno externo" que ha determinado de manera decisiva la dinámica económica de los distintos países. Se intenta así demostrar, que dicho "entorno internacional" en condiciones de la actual economía globalizada, no presupone necesariamente un "condicionamiento externo positivo" para los esfuerzos y la concreción de estrategias de desarrollo en el Tercer Mundo. No obstante, desde el inicio es importante advertir que a pesar de las condiciones adversas que con frecuencia enfrentan las economías subdesarrolladas, las mismas tienen ante sí, hoy más que nunca, el reto y la posibilidad de avanzar en la configuración de los consensos internos necesarios, para estructurar políticas económicas nacionales que satisfagan los requerimientos básicos del desarrollo.
    Lo anterior se justifica tanto por las experiencias exitosas que en estos tiempos han exhibido un grupo, aunque reducido de economías subdesarrolladas; como en el rechazo a la visión "determinista" que supone la creencia de que en las actuales condiciones resulta casi imposible la formulación de estrategias de desarrollo nacionales y también intra-regionales- dado que la globalización ha erosionado radicalmente la capacidad del Estado-Nación. Una limitación importante de esta situación se asocia al hecho de que en la misma se ha decidido generalizar la situación del conjunto de países subdesarrollados, los que constituyen una agrupación en extremo heterogénea de países.

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  12. Por ello hay que tomar con cautela muchas de las características o procesos que aquí se plantean, seguros de que los mismos deberían ser validados por análisis aplicados a las distintas regiones y subregiones. No obstante, este esfuerzo emprendido permitiría quizás reconocer lo común que está en la base de lo que se identifica como grupo de países subdesarrollados.
    Conclusión. La apertura y la sinceridad constituyen la mejor forma de considerar los cambios que determina la integración internacional de los mercados de bienes, servicios y capital. Como indico, la globalización ofrece oportunidades pero también entraña riesgos. Las autoridades internacionales, nacionales y locales, al mismo tiempo que aprovechan las oportunidades de aumentar el crecimiento económico y mejorar las condiciones de vida que brinda una mayor apertura, también se ven ante la exigencia de reducir los riesgos para los pobres, los vulnerables y los marginados y de incrementar la equidad y la inclusión. Con vista al futuro, es menester e indispensable seguir rindiendo grandes beneficios para los pobres, pero la magnitud de esos beneficios también dependerá decisivamente de factores como la calidad de las políticas macroeconómicas globales, el funcionamiento de las instituciones, tanto formales como informales, la estructura de activos existente y la disponibilidad de recursos, entre muchas otras. Para llegar a la definición de métodos justos y viables de atención a estas necesidades humanas por demás reales, los gobiernos deben escuchar las voces de todos sus ciudadanos.

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  13. Tucídides dice que los débiles sufren lo que deben, pero qué tan justo resulta esto para nosotros (los débiles). Es justo decirlo en medio del devastador panorama int. que está a nuestro alrededor o sencillamente es justo decirlo porque es la consecuencia de lo que no hemos hecho...

    Yo solo espero que podamos comprender pegarnos a los poderosos no es la única salida para alcanzar nuestros propios objetivos. Sería bueno ya dejar nuestro statuo quo de débiles.

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  14. La globalización es un proceso de integración entre naciones. Sin embargo, tal integración se produce sólo cuando existen intereses de por medio entre los países. Aparentemente estaría bien siempre y cuando ambos países se beneficiaran de la misma manera. Lastimosamente, nuestra realidad es otra ya que, al ser países tercermundistas nos debemos a los “grandes monstruos que manejan el mundo” (teoría realista).

    A pesar de esto, creo que nuestra situación podría mejorar si es que por una vez en nuestras vidas pensamos en el colectivo y dejamos de lado ese pensamiento egoísta que hasta ahora nos ha demostrado que no nos trae nada bueno porque los ricos siguen siendo ricos y los pobres siguen siendo pobres.

    Gabriela Galarza

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  15. La globalización es un proceso palpable e inevitable. Aún quienes critican el proceso están de acuerdo en afirmar que existe. No importa si es un fruto del neoliberalismo para mantener un "sistema" político y someter al resto de naciones bajo la hegemonía de un determinado país que busca asegurarse los recursos para el futuro, no importa si es fruto de la evolución tecnológica y de comunicaciones que han permitido una interconexión de todo el mundo...lo que verdaderamente importa es qué tan preparados estamos para afrontar el proceso y no quedarnos excluidos de la sociedad global que se está formando.

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  16. En el primer tema que leí de este texto me pareció que la información es muy cierta y muy interesante ya que nos demuestra cómo es la relación entre los Estados en los sistemas internacionales. Dentro de la concepción de los Estados periféricos encontramos como resultado que surgen varias teorías, tales como la realista y pragmática. Dentro de la teoría realista vemos como el Estado realiza acciones para obtener más poder y como enfatiza su interés nacional, además en la lectura vemos como dos personajes importantes hablan cosas muy interesantes en el realismo y neorrealismo como son Keohane donde dice que las instituciones generan el comportamiento de cooperación de las demás países, es decir que las instituciones internacionales realizan actividades para que los países cooperen entre si y se ayuden mutuamente y que a mi parecer no se ve mucho esto en la actualidad y bueno igualmente en el pasado ya que los países con mayor potencia nunca han querido cooperar realmente con los países tercermundistas y si cooperan siempre buscan algo a cambio, solo lo hacen por interés, también vemos a Krasner donde nos habla sobre unos principios para poder participar en un sistema internacional. En el texto nos ayuda también a distinguir las diferencias entre neo liberalismo y neo realismo; el neo liberalismo es donde se da la propiedad económica para el desarrollo, se crean las industrias y las propiedades privadas y en el neo realismo es donde se debe de distribuir los recursos entre todos los Estados además deben de buscar el beneficio para todos y el bien común en general. También nos habló un poco sobre el constructivismo casi al finalizar la lectura y con lo que entendí sobre esto es que el constructivismo nos habla sobre las estructuras con el que se forman los Estados y que estas no surgen de la anarquía que tiene cada Estado al ser independiente sino surge entre la relación de los Estados o los actores. Al leer esto enriquecí más mi conocimiento sobre como los Estados se manejan en un sistema internacional.

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  17. Tal y como este articulo enuncia, la teoría realista describe la situación de los estados que conforman el sistema internacional, el mismo que designa el lugar que cada país debe ocupar tomando en cuenta los intereses que hay detrás de cada Estado y que son reflejados en cada acción, ya sea política, económica como social. Y como usted dijo Harry los grandes países no brindan cooperación a otros por el simple sentimiento de solidaridad, sino porque les conviene alcanzar dicha cooperación para satisfacer los intereses y objetivos de los Estados más poderosos por así decirlo.
    Esta cooperación también se genera no solo entre país y país, sino también entre organismos internacionales y países, esta última que hace referencia a las instituciones internacionales que por medio de la voluntad de las partes pueden llegar a generar un sentido de cooperación adaptable en situaciones de conflicto.
    Por otro lado, es claro que el sistema internacional brinda beneficios, y los estados en vías de desarrollo tienen la función de aceptarlos siempre y cuando cumplan con los intereses colectivos del Estado, de esta manera vemos que las estructuras de este sistema no surgen precisamente de la anarquía, sino más bien de la relación entre los actores de este sistema.
    Con respecto al sistema internacional y su interrelación con la globalización, vemos como el desarrollo ha sido el principal factor que ha permitido la evolución histórica del hombre y de su entorno, siendo el protagonista de la acentuación y prolongación de una serie de ideologías económicas que han regido la vida del hombre y han sabido formar cimientos para su aplicación. Este fenómeno económico que se ha formado en los últimos años es el producto de los avances del conocimiento humano que propicia el desarrollo de varios países, pero a su vez el retroceso de otros. Es así, que podríamos hablar de una verdadera globalización cuando todos los países sean parte de esta globalización y no solo unos pocos, ya que una verdadera globalización no pone impedimentos ni condiciones. Sería bueno lograr una globalización justa y equitativa donde países periféricos no solo sean países productores de mano de obra, sino también manufactureros.

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  18. Existen varios temas en torno al rol del Estado en el sistema Internacional, entre ellos uno de los destacables son los problemas principales que atraviesa actualmente la globalización, podemos tratar la migración masiva el cual es un grave problema, ya que muchos buenos bachilleres abandonan su país por distintas causas o consecuencias y buscan un mejor futuro en otro territorio, muchas veces son muy buenos profesionales como lo mencioné anteriormente pero llegan a trabajar de meseros, de guardias de seguridad, de lavaplatos, etc. Esto afecta a los estados muy pequeños ya que pierden un potencial muy importante, el cual pudiera salir adelante en dicho estado pequeño.
    Con respecto a la tradición realista cabe recalcar que es el equilibrio del poder con una independencia, siempre buscan incrementar su poder, también cabe recalcar la noción de interés nacional, es decir seguridad, alimentación, salud, vivienda entre otras, pero el problema es que cada quien busca salir adelante solo, no les importa si el de alado no sale de la pobreza, y eso es un grave conflicto para el progreso global. Nuestras debilidades nos condenan internacionalmente a estar prácticamente a expensas de lo que los otros países decidan, y en ellos no existe la colaboración ni la solidaridad. Es decir predominas el más poderoso
    En un mundo cada vez más interdependiente, las teorizaciones basadas en la preponderancia del Estado-nación eran juzgadas como inadecuadas. Producto de esta corriente de reflexión, florecen entre otras, las teorías federalistas, funcionalistas y neo funcionalistas, y más adelante, las teorías institucionalistas.
    Es muy necesario que los países se integren tanto países del primer mundo como del tercer mundo, para que puedan ayudarse mutuamente y poder trabajar en equipo tanto en seguridad, como en la materia de economía, si un país está cayendo de inmediato alguien se levanta y le extienden la mano. Porque si solo se piensa en las distintas ideologías políticas nunca vamos a llegar a un acuerdo y a una paz global. Las instituciones internacionales deben intervenir para que exista cooperación entre países.
    Como dice Alexander Went el constructivismo es muy importante con los estados pueden llevar adelante políticas en beneficio de dichos estados y manejarse de una forma eficiente, solidaria, amigable, cooperativa unos con otros.
    JEAN PIERRE LARENAS
    POR JEAN PIERRE LARENAS

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