jueves, 10 de marzo de 2011

La integración mediterranea


La integración mediterránea

Karl Schiller, ministro de economía del nuevo gobierno socialdemócrata en la República Federal de Alemania a finales de los años sesenta, colaborador del flamante canciller Federal Willy Brandt; se distinguió como profesor en la cátedra de economía y le dio un nuevo impulso al manejo de la economía alemana durante los siete años que estuvo al frente de esta cartera de gobierno.

Hombre de buen gusto, moderno, objetivo y preciso, fue solicitado como asesor por algunos países del Golfo, y en especial por Arabia Saudita. Hombre calculador y prudente, Schiller recomendó un proceso de industrialización paulatino con el desarrollo paralelo de obras de infraestructura económica y social, para no ahogar las instalaciones portuarias y las ciudades, que debían dar cabida a toda una población de obreros, técnicos, empleados y ejecutivos, venidos de todas partes, para trabajar en las nuevas industrias, construcción de viviendas, construcción de carreteras, nuevas fuentes de energía, refinerías, y toda una gama de instalaciones industriales que los países desarrollados de Oriente y de Occidente proponían a los gobiernos del Golfo. Hubo ciudades que multiplicaron por cien su población en un periodo de diez años.

Schiller concluyó que la sola industrialización y desarrollo de infraestructura no eran suficientes, y que más bien, el alcance de tales objetivos y metas podrían ser causa de desequilibrio y tensiones importantes, si no se implementaban planes de educación, formación y capacitación del pueblo árabe para que asumieran la conducción y mandos medios en la industria moderna. Era necesario capacitar la nueva mano de obra, formar a los nuevos técnicos y preparar a los dirigentes y líderes que reemplazarían al numeroso recurso humano importado desde otros países.

La siembra del petróleo, recurso natural cuyas reservas se agotarían algún día, tenía que ser invertido en el desarrollo humano de los pueblos árabes, y no en los ya famosos “petrodólares”, los cuales perdían constantemente su valor real por efectos de la inflación y el colapso del patrón monetario internacional a raíz del cierre de la ventanilla oro de Estados Unidos, ordenado por el Presidente Nixon. De ahí la necesidad de dosificar la producción en función de las inversiones generadoras de conocimiento y fortalecimiento tecnológico, lo que llevó a una reducción de la extracción y exportación de petróleo al menos durante aquellos años.

El Ministro Schiller, un planificador y un técnico visionario de largo plazo, era partidario de la formación de un ciudadano árabe común, preparado para entender y participar activamente en la vida económica y política de sus países. Se hacía necesaria una formación con base en las ciencias sociales que les permita a médicos, ingenieros, biólogos, físicos, agrónomos y otros, incidir en la conducción política y estructuración de sus  instituciones políticas.

El ciudadano común debía protegerse contra los abusos del Estado y diseñar los mecanismos institucionales para que el Poder frene al Poder. El desarrollo y compromiso con las organizaciones intermedias era uno de los pasos importantes que podían concretarse en el mediano plazo para que los grupos de interés estuvieran debidamente representados, y sus dirigencias debidamente controladas y evaluadas en su desempeño, para no caer en las garras de la burocratización y corrupción de las organizaciones políticas.

Para ello, alcanzar la racionalidad política y económica, implicaba, entre otras cosas,  reducir la distancia entre gobernantes, partidos políticos y gobernados, mediante una interrelación estrecha entre todos los actores sociales, involucrando organizadamente a todos. Pero para eso, era indispensable una comunidad civil y política educada, con capacidad de dialogar, negociar, y lograr consensos.

Durante los últimos sesenta años, el determinismo científico y el fatalismo histórico en Europa era ya cosa del pasado, pese al universalismo latente, pero no determinante. El ser humano se concebía en la capacidad de forjar su propio destino tomando decisiones inteligentes y sabiendo definir exactamente el futuro de sus comunidades. De ahí el rechazo a toda forma de autoritarismo y promoción de la cooperación hasta el más alto nivel de la integración política. Mayo del 68 fue una de las grandes manifestaciones de ese rechazo al autoritarismo y defensa de las igualdades democráticas, como reconocimiento de esa capacidad aristotélica de autorrealización que tiene el hombre, utilizando el poder de la razón y su libertad para escoger su propio bien, así como la facultad de conocer y practicar la virtud, como medio de alcanzar nuestra felicidad. “No se trata de observar la historia, pues somos artistas de nuestro propio destino”, era el mensaje.

Contrario a la trayectoria y éxito europeo después de la Segunda Guerra Mundial, lamentablemente, la economía y la política en Irán y en los países árabes tomo un rumbo diferente, donde la democracia brilla totalmente por su ausencia. Se instalaron los gobiernos de orientación islámica radical, las monarquías tradicionales, o los gobiernos de facto, como el de Libia y el dictador Gadafi. Los países árabes continúan siendo extraordinariamente ricos en recursos, con una población mayoritariamente pobre, niveles de educación extremadamente bajos, y las grandes asimetrías que se observan entre las construcciones fastuosas, desarrollos hoteleros y comerciales magníficos, en un entorno de subdesarrollo y atraso. 

En el norte de África y Medio Oriente el maquiavelismo arribista y deshumanizado está presente, los gobiernos se instalan y perennizan en el poder, fomentando una exclusión mezquina y el servilismo de los seres humanos, mediante el uso de la fuerza y de la maquinaria militar proporcionada por los máximos “defensores de la democracia”. Ironía de las ironías: la historia se repite.

Surgen las revueltas en Túnez, Egipto, y hoy con mucha fuerza en Libia, y la gran integración mediterránea vuelve a la palestra como información de primera plana. Surge una nueva oportunidad para los países y pueblos árabes, esta vez promovida desde la Unión Europea que persevera inteligentemente en la estabilidad política y económica de la región, como parte de su geopolítica estratégica. Se habla ya de grandes inversiones, ambiciosos planes de desarrollo, canalización de recursos al estilo Plan Marshall, y grandes instalaciones industriales de todo tipo. El Presidente de Francia se pronuncia decididamente a favor de esta cooperación, e insta a los países europeos a participar en esta gran cruzada de integración de sus vecinos mediterráneos del sur.

¿Cuál será el resultado de todo esto? No lo sabemos por el momento. Los que sí están preparados son los grupos interesados y arribistas que se lamen y relamen preparados para el gran banquete, con la nueva generación de Shas y monarcas decadentes ya seleccionados y sentados a la mesa. Esta vez, esperamos que los pueblos árabes hayan aprendido de la experiencia de Grecia, Portugal y España y de los enormes beneficios generados por la integración y democratización de esos países. Con todas sus fallas, los resultados de la integración europea están a la vista.

No obstante lo anterior, se sobreentiende que los países árabes tendrán que tomar en cuenta sus diferencias religiosas y culturales, aprovechar las posibilidades y ventajas de la modernización sin caer necesariamente en la occidentalización. Los modelos y procesos de integración no son más que eso: modelos. Los países deben interpretar y adaptar dichos modelos a sus propios intereses y conveniencias, donde las redes sociales desempeñan una importante labor de dirección y control de la gestión gubernamental. En efecto,  las fuerzas y los intereses universalistas continuarán presentes, dentro y fuera de los países árabes y de Irán, donde el doble discurso y la doble moral afloran nuevamente, tal como ha ocurrido en épocas pasadas. Basta con recordar el caso de Saddam Hussein, de la familia Somoza, de Noriega, del dictador Pérez Jiménez y otros gobernantes de facto que fueron bienvenidos, fortalecidos, maldecidos y abandonados de acuerdo a los intereses y oportunidades del momento. El propio Pérez Jiménez fue condecorado y recibido en Washington días antes de iniciarse la revuelta que terminó con sus años de tiranía y el Sha de Irán fue colocado, destituido y restaurado en el poder para condenarlo luego a un prolongado periplo de destierro hasta su muerte.

Pero como dice la sabiduría popular, la oportunidad es calva, y hay que aprovecharla. Pero hay que saber aprovecharla. De no ser así, ¿podrán los árabes esperar otros cuarenta, cincuenta o cien  años?

HARRY MARTÍN DORN HOLMANN
Director Académico de Carrera
Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Relaciones Internacionales
Universidad de Los Hemisferios
Paseo de la Universidad Nro. 300 y Juan Díaz (Urbanización Iñaquito Alto)
(5932) 17008436473 (Ext.224 )
harryd@uhemisferios.edu.ec
Quito – Ecuador




viernes, 25 de febrero de 2011

SOBRE LA INSEGURIDAD JURIDICA: REFLEXIONES DESDE LO ETICO, LO POLITICO Y LO SOCIAL.


SOBRE LA INSEGURIDAD JURIDICA: REFLEXIONES DESDE LO ETICO, LO POLITICO Y LO SOCIAL.

La falta de seguridad jurídica en el Ecuador  es un tema antiguo que se agudiza cada vez más por la inoperancia de los medios de control del Estado y de la Sociedad Civil.  Lamentablemente, la inseguridad invade cada vez más la esfera pública y privada en detrimento de los contratos privados y cualquier otra modalidad de compromiso entre partes interesadas. El comportamiento ético se pervierte. La moral se relativiza. Los valores se materializan. El positivismo puro y frio se afianza.
Las acusaciones de corrupción se producen a diario y cada vez con mayor intensidad, por las dimensiones de las actividades productivas, más intensas y descentralizadas, y por los flujos de capital, cuyos montos en el mundo global  alcanzan dimensiones nunca vistas en la historia de la humanidad.
En países del tercer mundo, la demanda de la India y la China caen como las primeras aguas de verano, por los incrementos de precios en productos agrícolas y petróleo. El Estado incrementa sus ingresos y el populismo aflora. Los nuevos ricos pululan. Algunos gobiernos reviven la experiencia de los años 70, con el incremento de los precios del petróleo: “plata fácil, gasto innecesario”. Otros actúan racionalmente y reducen las distancias con el primer mundo: “de países emergentes se convierten en EAGLES (Emerging and Growth Leading Economies), simplemente, invierten sus riquezas y siembran un futuro mejor y prometedor”
Los contratos y sus disposiciones, caminan por un lado y la aplicación de la justicia camina con su propio ritmo e intereses por el otro. Aquello de que los términos y condiciones de un contrato son considerados ley para las partes ha quedado en la pura teoría, cuando la doctrina y la ley caminan por rumbos distintos de la correcta aplicación de la  justicia. El concepto de justicia mismo ha degenerado en un total y completo relativismo, donde el parentesco, la amistad, las influencias, los intereses creados, el poder político, y otros factores, condicionan para cada caso individual la interpretación y aplicación de la ley. Lo particular prima sobre lo general y las excepciones priman sobre la regla, y la sociedad civil muere de fatiga y dolor en el “peladero judicante”.
La descomposición moral de la sociedad civil se acentúa y la sociedad política se contamina y ambas  repotencian la corrupción de la justicia, ya que las prácticas y procedimientos aplicados salen totalmente fuera de la institucionalidad formal, configurándose así un verdadero sistema de Insumo-Producto y retroalimentación eficiente, para el perfeccionamiento “cultural” de la corrupia corrupta. A la larga, la sociedad civil se sacrifica, se autoinmola.
En otro ámbito, respecto de la finalidad y operatividad de los contratos, en términos comerciales y económicos en general, la moda vigente consiste en buscar a toda costa y por todos los medios la caducidad de los mismos, antes que superar las posibles y normales controversias que se pueden suscitar en toda práctica comercial o financiera.
La práctica del arranche se impone y los bienes ajenos son codiciados con especial empeño.
Todo contrato es un instrumento convencional en función de una actividad humana que debe regularse, conforme a los términos y condiciones previstas en la ley, y de acuerdo al interés y conveniencia de las partes. Un contrato comercial, por ejemplo,  pretende fijar los términos y condiciones generales y de conveniencia, en el marco de la ley, para que las partes realicen sus respectivos objetivos utilitarios, dando origen a la celebración del contrato y aplicación de los términos de conveniencia.  En consecuencia,  toda controversia o conflicto debería superarse en defensa y protección de los objetivos de las partes y no en interés de abogados, jueces y personal de los juzgados, o de alguna autoridad o poder  político interesado. Apelamos con vigor con al slogan de campaña de Clinton: “Se trata de la economía estúpido, de la economía”.
En tal virtud, la vigencia y respeto de los contratos constituye uno de los principales pilares y sustento de nuestras democracias liberales representativas, pero como bien lo explica el Dr. Fabián Corral:

“Es uno de los principios más enunciados pero menos comprendidos y aplicados. Más aún, constituye una genuina aspiración de la sociedad. Pero, hay quienes dicen que la seguridad jurídica es una excusa para mantener el statu quo, y un argumento para defender privilegios y obstaculizar el cambio” (Fabián Corral, La Seguridad Jurídica. Diario El Comercio, 01 de febrero de 2008).



La seguridad jurídica se mide por la aplicación de la justicia en función del régimen o marco jurídico vigente en nuestras sociedades, y no necesariamente para defender privilegios mediante prácticas corruptas ya denunciadas, o reproducir relaciones de poder. Un régimen de derecho y vivir bajo un régimen de derecho, puede traer o no consecuencias perversas dependiendo del uso que se de al ordenamiento jurídico. Se trata más bien de la “cultura jurídica”, sustentada en lo que es éticamente correcto, la que moldea un comportamiento justo como antesala y sustento del ordenamiento jurídico. De no ser así, no tendría sentido aspirar a un verdadero régimen democrático, llámese democracia británica, parlamentaria o presidencialista, representativa o directa. Tampoco tendría sentido un régimen socialista, comunista o populista, puesto que, lo pervertido pervierte.

En consecuencia, atacar o condenar la norma per se o al orden jurídico per se no tiene sentido, puesto que la bondad del instrumento depende del uso del instrumento. Un bisturí no es un instrumento bueno o malo per se, y su uso y resultados dependen de la formación, experiencia  y capacidades del médico; de su capacidad técnica y científica para sanar, y de su predisposición para hacer el bien.

En cuanto al aspecto doctrinario, la seguridad jurídica es un tema de producción reciente en los textos ecuatorianos, pero el problema no solamente se origina ahí. Sin embargo, el concepto podría estar mil veces consagrado y definido en la constitución y cuerpo de leyes, pero no habrá seguridad jurídica mientras no se valore y se interiorice el valor de la seguridad jurídica. Al respecto, por ejemplo, la existencia y reconocimiento de un derecho no necesariamente implica el goce pleno de ese o esos derechos, especialmente en el ámbito de los derechos económicos y sociales, ya no se diga en el ámbito de la administración general de la justicia. Se trata entonces del goce efectivo de un derecho y no del reconocimiento de un derecho. Se trata de sustentar, reconocer, implementar y aplicar la norma, y no de formularla simplemente.

Concuerdo plenamente con el Dr. Fabián Corral cuando afirma que:

“La existencia de reglas de juego sólidas, justas y bien hechas asegura la previsibilidad respecto de los actos de las autoridades y de los jueces. La responsabilidad legal del Estado y sus funcionarios y la posibilidad de demandar daños y perjuicios por sus acciones y omisiones, garantizan el apego a la Ley” (Fabián Corral, La Seguridad Jurídica. Diario El Comercio, 01 de febrero de 2008)

De acuerdo. Pero el problema no radica solamente en la existencia o elaboración de las leyes, sino más bien en el análisis perverso del costo-beneficio por infringir la ley o aplicar criterios equivocados para beneficiar una de las partes, “interpretando” la ley. Nuevamente, regresamos al concepto de ciudadano “virtuoso” del que hablaba Montesquieu para que un sistema de equilibrio de poderes funcione y una existencia plena en derecho se haga realidad; “Creer en el estricto cumplimiento y apego a la ley”.
En definitiva, es la ética de la sociedad civil el sustento moral de la sociedad política o sistema político-administrativo, y eso incluye al poder judicial, como uno de los principales poderes del Estado.

HARRY DORN HOLMANN





 

miércoles, 16 de febrero de 2011

SINTONÍA DEMOCRATICA




SINTONÍA DEMOCRATICA
DONDE LA CALLE TIENE MUCHO QUE DECIR
Al finalizar la segunda guerra mundial emergen los nuevos regímenes al frente de los países de África del Norte y  Oriente Medio, y se consolidan nuevos líderes en el poder ya sea por su carisma, por la tradición, o por alguna forma de legitimidad formal (para aplicar la teoría de la dominación del maestro Weber) o, por la fuerza, léase, golpe de Estado. Vemos nacer la figura de todo un Nasser que sacará provecho de tiros y troyanos ante la disputa de soviéticos y estadounidenses por el control del Canal de Suez y las valiosas  fuentes y reservas de energía de la región. Franceses y británicos darán sus últimas patadas de ahogado por recuperar el control de sus influencias perdidas y el poder de los Estados Unidos tendrá la última palabra sobre la geopolítica para la región, es decir, acerca de las nuevas formas de dominación. El argumento ideológico es: “fin de la era colonial”.
Posteriormente, serán los italianos, guiados por el  gran Enrico Mattei, Presidente del Ente Nacional de Hidrocarburos (ENI),  quienes buscarán provecho en la zona. Mattei, hombre de gran visión, capacidad diplomática y gran talento, pagará con su vida su atrevimiento y éxitos obtenidos por aplicar una política realista y pragmática en materia petrolera y en beneficio para su nación. Su avión explota a consecuencia de una bomba colocada en su avión, apenas a cinco minutos de aterrizar en el aeropuerto de Milán.
La Guerra Fría entrará en su fase más aguda, cada bloque mueve sus piezas de acuerdo a sus propios intereses, surgirán figuras como el Sha de Irán y se buscará consolidar regímenes democráticos y de hecho (es el caso de Israel y algunas monarquías árabes respectivamente) afines a los intereses de los Estados Unidos y las grandes corporaciones petroleras con sendos intereses en la región. Surgirá también el movimiento de países no alineados, desde la Conferencia de Bandung en 1955 y la Primera Conferencia Cumbre de Belgrado en 1961, liderados por Nasser y el Mariscal Tito, entre otros,  Finalmente y después de  cuarenta años de Guerra Fría, colapsa la Unión  Soviética y cae el Muro de Berlín.
Pero, “il mondo gira”, evoluciona, y los acontecimientos no se hacen esperar. El nuevo año emerge y el mundo árabe se convulsiona, y desde hace más de un mes, las mentes, ojos y oídos se concentran en Tunes primero, Egipto después, y la llama de la libertad y reivindicaciones sociales se propaga a Irak, Irán y Sudan.  África ruge y los dictadores ponen las barbas en remojo. “Que esto no es Egipto”, dicen algunos, que “hay que  renovar el gobierno”, proclaman otros, pero el nerviosismo invade a todos los regímenes dictatoriales o regímenes de hecho en toda la región y el mundo, y los pueblos persisten engorilados en su lucha, sintonizados y patrocinados bajo el ojo crítico de las redes sociales encadenadas por las maravillas del Twitter y Facebook.
Las posiciones se radicalizan. El parlamento iraní reclama y amenaza con la pena de muerte contra los manifestantes, y el Presidente Obama invita al pueblo iraní a ser tan valiente como el pueblo egipcio. Peligro! Este discurso sobre la valentía me huele a lo de Radio Libertad, durante la crisis de Hungría, cuando el apoyo de occidente nunca llegó. Claro, me refiero al apoyo militar y económico para rechazar la influencia soviética en aquel momento, y no al apoyo moral, tan abundante y devaluado hoy en día.
Pero los tiempos cambian, y en el levantamiento egipcio, el desarrollo tecnológico supera las mañoserías y caprichos del “ultimo Faraón” y ante la clausura del Ciberespacio, Google y Twitter habilitan el "Speak2Tweet" (una aplicación de Twitter para gravar la voz), superando inconvenientes y obstáculos de una dictadura obstinada y anacrónica. En el más puro sentido de Michael Hardt y Antonio Negri, el pueblo egipcio, los pueblos árabes, el pueblo de Irán y la comunidad internacional se convierten en uno, se aglutinan en la  “Multitud” (Hardt y Negri. 2004), a pesar de las diferencias culturales, raciales, de género y de vida con el resto del mundo. De pronto, se globaliza lo local y se localiza lo global, en una amalgama que nos invita a entender, comprender, explicar, y por supuesto, a solidarizarnos con aquellas comunidades atrasadas y oprimidas por regímenes obsoletos que no compaginan con las necesidades y realidades de sus pueblos.
Y entonces, como por encanto, se vuelve realidad aquel desafío que los autores antes mencionados plantean en su obra: “El desafío que plantea el concepto de multitud consiste en que una multiplicidad social consiga comunicarse y actuar en común conservando sus diferencias internas” (Michael Hardt y Antonio Negri. 2004: 16). Y, poco a poco, los discursos light se radicalizan más y más, las declaraciones se multiplican y la sociedad internacional exige que se atiendan las exigencias del pueblo egipcio. Las redes sociales emergen como el gran caudillo en la lucha  política, llamando a la solidaridad global.
Bajo los esquemas clásicos del caudillismo y populismo tradicional, el líder interpreta, el líder promete, el líder resuelve, el líder concentra las decisiones y el poder. Los líderes carismáticos son dueños únicos de la retorica, “la retorica del líder”. Sistemáticamente y en una sola vía, el líder apela a lo popular y fragmenta el campo político: pueblo versus oligarquía, pueblo versus imperialismo. El líder carismático es incompatible con los compromisos y arreglos formales pues se sitúa por encima de los canales institucionales.
En cambio, el nuevo liderazgo de las redes sociales es anónimo, carece de nacionalidad, de ideología, no es uniforme y carece de institucionalidad. El nuevo “líder” crea y produce. El nuevo líder sistemisa las partes, lo local y lo global. Los lasos en común no son impuestos: “En realidad, lo común que compartimos no se descubre, sino que se produce”….”Nuestra comunicación, colaboración y cooperación no se basan únicamente en lo común, sino que lo producen, a su vez, en una relación espiral siempre en aumento” (Michael Hardt y Antonio Negri. 2004: 17).
En el mundo global, las redes sociales y los medios modernos de comunicación “unen”, en un dialogo constante y permanente, donde el mensaje, las ideas, los compromisos y los llamados de libertad van y vienen en ambos sentidos, en un feedback enriquecedor, bajo un solo mensaje y aspiración global: “El factor común que se haya en tantas luchas y movimientos de liberación del mundo contemporáneo, a escala local, regional y global, es el anhelo de democracia. Obvio es decir que el anhelo y la reivindicación de una democracia global no garantiza su realización, pero no deberíamos subestimar el poder que pueden tener tales reivindicaciones”  (Michael Hardt y Antonio Negri. 2004: 18).
Hoy en día los pueblos se informan, se unen, y no se dejan fácilmente intimidar. Democracia, es el grito de lucha de la sociedad internacional.
BIBLIOGRAFIA
Michael Hardt, Antonio Negri, Multitud. DEBATE. 2004.

viernes, 11 de febrero de 2011

EL GUIRIGAY POLITICO


EL GUIRIGAY  POLITICO

Jueves 10 de febrero de 2011, un solo día, en diario El Comercio de Quito, se lee:
“La Corte Constitucional entre denuncias y presión política”
“Dalo Bucaram denuncia que la corte le pidió dinero”
“Pablo Izquierdo: El Sistema de salud esta desarticulado”
“El robo de la custodia”
La pequeña Denisse Mishel no quiere volver a la casa donde fue ultrajada”
“¿Por qué los vocales de la Judicatura no se van a la casa? ¿Cuáles son los intereses que se manejan detrás de todo eso? (Entrevista a José Serrano, Ministro de Justicia, pagina tres)”
“7 afrontan penas por terrorismo”
“1,5 millones por mi papá” (Entrevista a Dalo Bucaram, Asambleísta, pagina 5)
¿Quién puede decir algo de una mujer que ha vivido toda su vida en una casa que le dio el IESS, que siempre ha tenido la frente en alto? ¿Los nuevos ricos del Gobierno que antes arrendaban departamentos y ahora viven en mansiones? (Legisladora Cynthia Viteri, pagina 5)
“Pedido de inmunidad para la veeduría del caso Fabricio Correa” (página 5)
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La jerigonza ejecutiva, legislativa e institucional en general, se vuelve más confusa y barzonera. Con motivo de las múltiples denuncias de corrupción que están a la orden del día, para todos los gustos y para todos los bolsillos, la clase política en general hace gala de un GUIRIGAY propio de mercados y galleras donde las acusaciones de “ladrones y rateros” se convierten en cosa común, que brincan a saco roto, ante la indiferencia de todos.
Las formas se pierden a pesar de la presencia de medios, donde los actores políticos se transforman, y los temas estratégicos se vuelven personales. La facundia hiriente y libertina desplaza el debate político de altura, y los problemas se multiplican; los niños mueren en las salas de emergencia, la aprobación del ATPDA se dilata, las inundaciones están a la orden del día, la delincuencia mata, roba, viola, y la sociedad civil, desnuda y desarmada, clama simplemente por justicia y ruega a Dios, ante la inseguridad y la impotencia.
Ecuador es un país vulnerable en todo sentido. Vulnerable ante la debilidad institucional, vulnerable ante la delincuencia, vulnerable sin el ATPDA, vulnerable ante los embates de la naturaleza, vulnerable ante las enfermedades, vulnerable ante la corrupción, vulnerable en su comercio exterior, vulnerable en su balanza de pagos, vulnerable en su educación, vulnerable en su calificación crediticia, vulnerable en sus relaciones internacionales, vulnerable en su gobernabilidad, vulnerable en su seguridad interna,  y, vulnerable en sus gustos, su moral y sus costumbres.
La autenticidad ecuatoriana se pierde con los vidrios oscuros, la prepotencia, las corbatas a rayas y el guirigay barato y superficial. La novelización del quehacer político, dramático, sabroso y pachanguero, lejos de promover la virtud, promociona el Bacará, el 21 el trago barato y la ruleta. ¿Quién dijo alguna vez, de lo bueno lo mejor?
El Foro político es el fiel reflejo de la vulnerabilidad social, y del barzoneo y desenfreno en que vive la sociedad civil y política. El Zorro entró en el gallinero, probó del fruto prohibido y perdió el miedo a ser sorprendido en plena faena.  Consciente de las debilidades del sistema, roba para salir libre y volver a robar. Si todos roban y delinquen, ¿por qué no lo puedo hacer yo?
La institucionalidad política es una fachada. Inmersos en la anatomía de una democracia representativa, vivimos una plutocracia autodistributiva, agresiva y temeraria. Las denuncias, las cifras y las pruebas están a la vista, sin pudor y sin recato. Se ha perdido el fondo y las formas. La comunidad se recoge en un sopor indiferente, indefensa e indefendible, pues ha perdido todas sus armas, sus derechos, sus controles, sus veedurías, sus instituciones. La sinceridad es un pecado. “Atenta contra la inseguridad del Estado”. La transparencia es un delito. “Amerita juicio penal”.
¿Donde ha quedado aquel comportamiento ético acorde con las creencias y el buen juicio? ¿Donde están los líderes con decisiones solidas y coherentes, con valores reales en el discurso y la acción política?
El país necesita dirección, guía, claridad, y superación de los conflictos, bajo un liderazgo sustentado en valores, dinámico, sin golpes bajos ni procesos burocráticos que embotan las iniciativas y cohíben las aspiraciones sociales. Es indispensable un baño de verdad,  que lo correcto substituya la comodidad, lo racional a lo popular, la visión de largo plazo al  interés cegatón de corto plazo.
Las nuevas generaciones deben perder el miedo al atrevimiento emprendedor, tienen que trabajar con audacia, plantear metas grandes, manteniendo la coherencia entre valores, metas y comportamiento, buscando la integridad para sí y para los demás. Un liderazgo integro requiere de un gran compromiso, consigo mismo y con la comunidad. En el Ecuador, es cuestión de vencer o sucumbir.