sábado, 17 de septiembre de 2016

POBREZA, MEDIO AMBIENTE Y EMPRESAS TRANSNACIONALES. UN ANALISIS DESDE LA TEORÍA LIBERAL Y NEOLIBERAL DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES Y LA ESTRATEGIA GLOBAL


TEMAS DE GOBERNANZA GLOBAL




POBREZA, MEDIO AMBIENTE Y EMPRESAS TRANSNACIONALES. UN ANALISIS DESDE LA TEORÍA LIBERAL Y NEOLIBERAL DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES Y LA ESTRATEGIA GLOBAL






Por: Harry Martín Dorn Holmann










INDICE



1.     Crecimiento económico, pobreza, desigualdad y deterioro ambiental
2.     Las empresas multinacionales en el sistema internacional: en enfoque weberiano-neoliberal. Sus objetivos, prioridades y estrategias.
3.     El modelo de crecimiento, medio ambiente y pobreza. Un análisis crítico.
4.     Interrogantes y reflexiones para el análisis
Bibliografía



1.      Crecimiento económico, pobreza, desigualdad y deterioro ambiental
Leonardo Boff denuncia: “La tierra está enferma y amenazada” (Boff, 1997: 13). Según el autor, la tierra está enferma, porque el 79% de la humanidad vive en el Gran Sur Pobre, 1.000 millones viven en la pobreza absoluta, 3.000 millones tienen una alimentación insuficiente y 74 millones mueren de hambre o por enfermedades derivadas del hambre. Está enferma, porque las especies pasan por una experiencia similar: entre 1850 y 1950 desaparece una especie por año y en el año 1990 una especie por día. Se calcula que para el año 2.000 desaparecería una especie por hora (Boff, 1997). Finalmente, Boffreconoce el límite de los recursos renovables, la imposibilidad de un crecimiento indefinido, y los efectos devastadores del modelo de acumulación productivista de bienes y servicios; La desertización, la deforestación, el calentamiento de la tierra, la lluvia acida, y otros daños. Finalmente, interroga: “¿Cómo sobrevivir juntos, seres humanos y medio ambiente, dado que tenemos un mismo origen y un mismo destino común? ¿Cómo salvaguardar lo creado en justicia, participación, integridad y paz?” (Boff, 1997: 17).

John Passé-Smith (2003) estudia la brecha entre países ricos y pobres y el ingreso per cápita promedio durante el período 1960-1998. El autor se refiere a David Morawetz, quien estudia el periodo 1950-1975 y confirma también que a pesar del rápido crecimiento económico la brecha entre países de altos ingresos y países pobres tiende a aumentar.Passé-Smith concluyeque todos los análisis de distintas épocas y con distintos parámetros convergen en una misma dirección; Así lo confirma también Simón Kuznets en 1965 cuando determina el ingreso anual promedio per cápita en US$1,900 para los países ricos y de US$120 para los países pobres (Passé-Smith, 2003).

Según Carlos Larrea (2012), desde hace cuarenta años el mundo se nos presenta como un mundo en permanente crisis: Es la crisis del petróleo y el colapso del sistema monetario internacional en los años 70, la crisis de la deuda externa y modelo proteccionista en los 80, la crisis del neoliberalismo en los 90, el calentamiento global, el aumento de los precios del petróleo, la crisis europea actual, la sobrexplotación del planeta (Larrea: 2012) así como la crisis denominada Primavera Árabe.

Según Larrea, la inequidad social ha crecido, el desempleo estructural se ha profundizado y el medio ambiente se deteriora(Larrea, 2012).La distribución de la riqueza oscila perversamente entre el consumo suntuario para una pequeña minoría y situaciones de extrema privación para las grandes mayorías, con una reducida participación en el producto mundial para América latina y un desempeño poco satisfactorio para países pequeños, poco industrializados y poco diversificados, tal es el caso de Ecuador y Nicaragua.

Refiriéndose al impacto de las políticas neoliberales en América latina, Alberto Cimadamore y Fernando Lizárraga observan que según la CEPAL, “en 2005 se registraron 209 millones de pobres y 81 millones de indigentes, mientras que las cifras de 1980 daban cuenta de 136 millones de pobres y 62 millones de indigentes” (Cimadamore, Lizárraga, 2008: 13), y agregan, “Nunca antes se habían alcanzado semejantes niveles de pobreza en términos absolutos” (Cimadamore, Lizárraga, 2008:13).

Joseph Stiglitz (2012) proporciona argumentos que nos inducen a conclusiones similares acerca delos niveles de pobreza, y el rol desempeñado por el mercado y los grandes grupos corporativos. Según Stiglitz, el 1 % de la población mundial disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, y el mejor nivel de vida. La concentración de la propiedad y del ingreso generan desigualdades y consecuencias nocivas para las sociedad mundial como la inseguridad, el terrorismo, el narcotráfico, el narcolavado y el crimen organizado conexo, problemas sanitarios, bajos niveles de educación, desempleo y falta de oportunidades. Influye también el comercio internacional desigual y antidemocrático, las desventajas comparativas y el deterioro de los términos de intercambio para los países pobres (Stiglitz, 2012).




2.      Las empresas multinacionales en el sistema internacional: en enfoqueweberiano-neoliberal. Sus objetivos, prioridades y estrategias.
          Los conceptos de Estado, mercado y sistema internacional son centrales en sus distintos niveles de análisis (Cimadamore 2006). Los agentes o variables que operan e interactúan dentro de estas estructuras establecen relaciones de causalidad que explican procesos de acumulación de capital, concentración de la propiedad y del ingreso y generación de la pobreza y mayores desigualdades.
De acuerdo con el modelo teórico de dos niveles de Alberto Cimadamore (2006), los productores organizados y empresas transnacionales son agentes cada vez más importantes en los mercados nacional e internacional. Estos interactúan con los gobiernos, organizaciones intergubernamentales y representantes gubernamentales, entre otros, bajo relaciones de poder (Cimadamore, 2006) que se reflejan en los regímenes internacionales o en los contratos y legislación interna que regulan las relaciones de negocio (Dorn, 2008).
Bajo la concepción neoliberal, un Estado reducido y bajo el estimulo de los mercados nacionales o internacionales cuyos principios ordenadores son anárquicos (Cimadamore, 2006), las empresas nacionales y transnacionales, basadas en principios y lógicas económicas de maximización de beneficios, control monopólico y acumulación de poder y ganancias, no promueven justicia distributiva ni derechos para limitar o reducir las desigualdades.
Bajo los postulados del Consenso de Washington, la desregulación de los mercados y reducción de facultades estatales facilita aun más los flujos comerciales y la territorialización y reterritorialización de los capitales con fines utilitarios, sin un poder formal superior que controle y cuyos daños derivados y producción de pobreza se estimulan con mayor intensidad. 
Neoliberalismo y teoría de los regímenes internacionales están estrechamente vinculados. La teoría se sustenta en la interdependencia compleja entre actores internacionales y conveniencia de regular sus comportamientos mediante redes de reglas, normas y procedimientos en materias de interés común como la inversión, la producción y el libre comercio, entendido este ultimo como la regulación de la desregulación del comercio.Este modelo de interdependencia compleja del sistema internacional en oposición al modelo de realismo político, se caracteriza por los múltiples canales de interconexión entre sociedades: interestatales, transgubernamentales, y transnacionales, cuyos procesos y relaciones son fundamentales para entender la política y la economía mundial. Bajo la concepción neoliberal, no solo el poder define las relaciones internacionales sino también las relaciones económicas, culturales e ideológicas de actores estatales y no-estatales, de ahí la importancia de las variables de análisis como costo-beneficio, rentabilidad, vulnerabilidad, sensibilidad, hegemonía, e interacciones estratégicas entre actores centrales, grupos dominantes, empresas transnacionales, movimientos sociales e instituciones.Estos regímenes y procesos son claves para entender los mecanismos de fomento de las desigualdades y la pobreza, el estancamiento salarial y desempleo, y lo que años atrás  Amín (1972) denominó las profundas diferencias entre el centro y la periferia capitalista y desequilibrio en las relaciones internas y externas de las sociedades.  Cardozo se refirió también a las relaciones de dominación y posiciones distintas en la estructura global del sistema para comprender la lógica económica de la expansión capitalista comercial e industrial (Cardoso, 1971) y Rodríguez (1993) clasifica las estructuras de la periferia como especializada y homogénea y la del centro como homogénea y diversificada, lo que constituye el problema de acumulación a escala mundial o acumulación primitiva (Amín, 1972) y da origen a la teoría de la acumulación a escala mundial de Amín (1972).
Según la doctrina liberal, en teoría,el mercado facilita y estimula transacciones individuales entre productores y consumidores que actúan de acuerdo a sus intereses, optimizando el uso de sus recursos y concretando sus aspiraciones. La búsqueda de beneficios en libertadvía el mercado, permite  a los agentes económicos llenar sus necesidades y prosperar en comunidad y armonía sin interferencia alguna. Basta la racionalidad de los actores para garantizar el equilibrio automático y una justa remuneración para sus inversiones, trabajo y esfuerzo, bajo la protección de una mano invisible, fuente de desarrollo y progreso.
¿Bajo qué condiciones se concreta entonces esa eficiencia y capacidad competitiva como fuente del éxito y poder corporativo?
La estrategia global de las empresas transnacionales.
En la realidad, bajo la inspiración clásica weberiana, neoliberal, y los postulados del Consenso de Washington, la libertad de producir, la conquista del mercado y la organización racional (en términosweberianos) (Aron, 1967) y aprovechamiento de los recursos, constituyen  el eje central del sistema de producción capitalista de acuerdo a planes, objetivos y metas claras, sustentando decisiones en base a criterios de rentabilidad de los capitales invertidos y relaciones de poder empresas-estados, empresas-empresas y empresas-estados-regímenes.
El aprovechamiento de bajos salarios, recursos naturales abundantes, materias primas baratas, legislación flexible, bajos requerimientos ambientales, ventajas arancelarias, incentivos tributarios, mano de obra calificada y otros atractivos, constituyen verdaderos imanes para la inversión y organización de unidades extractivas, de procesamiento, de ensamblaje, de comercialización y manejo de las finanzas, distribuidas y coordinadas a lo largo y ancho del planeta, explotando al máximo los términos y condiciones que ofrece cada región o país. Estos impulsores (atractivos, incentivos) (Yip, 93) y su aprovechamiento o apalancamiento (el uso de habilidades empresariales; tecnología, recursos financieros, marcas, entre otros) (Yip, 93) permiten la generación de enormes utilidades y alta rentabilidad sobre las inversiones de las empresas transnacionales, importantes economías de escala, reduciendo costos de producción, asícomo los gastos de administración, comercialización y finanzas.
Objetivos y prioridades.
Según investigaciones realizadas con 200 de las principales empresas de Japón y Estados Unidos (Kagono, Nonaka, Sakakibara, Okumura, 1994), el retorno de la inversión (1), la ganancia de capital para los accionistas (2) y el incremento de participación en el mercado (3) constituyen las tres principales metas escogidas, destacando la importancia que otorgan los accionistas a los precios de las acciones en el caso de las empresas estadounidenses, es decir, “el mercado de valores pone mucho más fuertes condiciones a las firmas norteamericanas” (Kagono, Nonaka, Sakakibara, Okumura. 1994: 26). En pocas palabras, utilidades en el corto plazo, ganancias para los accionistas y control del mercado, es lo que buscan en realidad las empresas transnacionales.

La formulación de planes, beneficios calculadosy organización de la producción, constituyen garantía de beneficios para el empresario. Es la estructura de mercado (nacional e internacional) y su ordenamiento anárquico (Cimadamore, 2006), las relaciones de poder y la racionalidad de inspiraciónweberiana (Aron, 1967) lo que modela la nueva estrategia global de las empresas transnacionales (Yip, 1993), en términos de impulsores y palancas  (Yip, 1993), para diseñar cadenas de generación de valor. Finalmente, es la conquista del mercado quien premia al más eficiente, más competitivo, y más exitoso, en términos de rentabilidad empresarial y cotización en Wall-Street (Yip, 1993).

Las utilidades de las empresas versus costos y gastos.
Desde la contabilidad general, la contabilidad de costos y estado de pérdidas y ganancias, son los costos de mano de obra directa, los costos de materias primas y materiales explotados y los gastos de fabricación, los que deben ser reducidos al máximo en función de los resultados proyectados. Estando en oposición, todo costo o carga adicional (sueldos, impuestos, seguro social, protección del medio ambiente, remediación ambiental) constituye una merma en las utilidades, siendo ambos conceptos excluyentes, lo que perjudica al  trabajador, y fomenta la depredación de los recursos naturales. El éxito económico, primera prioridad de las empresas transnacionales, implica, a veces,empobrecimiento absoluto o relativo del trabajador o la depredación de recursos en favor de las metas utilitarias, siendo los países más pobres o menos desarrollados quienes ofrecen la mano de obra barata, la legislación más flexible, los recursos naturales abundantes o los incentivos fiscales másatractivos.Sonlos países más pobres y más vulnerables los más manipulables en términos de poder.
3.      El modelo de crecimiento,medio ambiente y pobreza. Un análisis crítico.
Opuestos al modelo de crecimiento y explotación de recursos a ultranza, Cimadamore y Lizárraga cuestionan la relación mecánica entre crecimiento y disminución de la pobreza, pues, el efecto derrame pronosticado por las políticas neoliberales no se ha evidenciado, y agregan: “El crecimiento económico es claramente una condición necesaria, aunque no suficiente, para una efectiva reducción de la pobreza. El crecimiento por si solo –desligado de políticas públicas centradas en la redistribución del ingreso y el bienestar social- no puede obtener resultados satisfactorios en términos de lucha contra la pobreza” (Cimmadamore, Lizárraga, 2008: 14). Complementariamente, la mundialización, la reestructuración productiva, las políticas neoliberales y la alteración del mercado del trabajo, contribuyen a la concentración de la riqueza: “La flexibilización (de los salarios, los horarios, los contratos y las funciones) se traduce en una pérdida de los derechos que habían sido duramente conquistados en los periodos anteriores, y da como resultado el empobrecimiento” (Cimmadamore, Cattani, 2007: 7).
Sobre las causas de la pobreza, Stiglitz (2012) describe cómo los mercados por sí solos no son ni eficientes ni estables a pesar de los argumentos sobre las ventajas comparativas que defiende el libre mercado. El autor descubre la otra cara de la  liberalización comercial con el aumento del desempleo y la reducción de sueldos, reducción de beneficios y protecciones laborales para una mayor competitividad (reduciendo costos), lo que conduce a una desigualdad creciente entre países desarrollados y países menos desarrollados, acumulando la riqueza más que a promover la competencia (Stiglitz, 2012). Al respecto, en los Estados Unidos, en 30 años los salarios han aumentado solo el 15%, en cambio, los ricos poseen actualmente un tercio de la riqueza total del país. (Stiglitz, 2012).  Los estados más vulnerables, limitados por los acuerdos internacionales y el poder de de los grupos empresariales, hace que las políticas de gobiernos e instituciones sean más propensas hacia una mayor concentración de la propiedad y el ingreso en manos de grupos corporativos poderosos (Stiglitz, 2012). Los acuerdos del Hotel Plaza y la crisis financiera de 2008, son una clara demostración del poder de los grandes grupos financieros transnacionales.
Lefeber (1991)revisa los principios y políticas neoliberales impulsadas por el Consenso de Washington para concluir que el crecimiento económico no es detonante automático del desarrollo pues no se ocupa de mecanismos complementarios para evitar la concentración de la propiedad ydel ingreso e incrementar consumo y bienestar en las economías menos desarrolladas.La liberalización de los mercados (laboral, financiero, de bienes y servicios) para garantizarremuneraciones justas a los factores de la producción, satisfacer a productores y consumidores, incentivar a ahorristas e inversionistas,haproducido exactamente lo contrario de acuerdo a la experiencia de los países ricos y pobres, en sus distintas modalidades, basta con citar la crisis bancaria y la burbuja financiera del 2008 y la mayor concentración del sistema financiero en manos de pocos bancos e instituciones financieras en los Estados Unidos de Norteamérica después de la intervención del gobierno de ese país.
La ausencia de controles y conformación de grupos monopólicos, los bajos salarios y remuneraciones en desacuerdo con la productividad, tasas de interés elevadas, capital especulativo o capitales golondrinas, subsidios focalizados, déficits fiscal, bajos niveles de competitividad, déficits externo, endeudamiento excesivo, y una carga extrema por el pago de la deuda, son las consecuencias del modelo, en detrimento de los sectores más vulnerables.Lefeber (1991) critica las debilidades del neoliberalismo y del modelo neo-clásico que no contemplan factores de carácter político, ni relaciones de poder, ni la presencia de gobiernos autoritarios que imponen niveles de remuneración salarial, cargas fiscales y el proteccionismo focalizado que tiende a beneficiar a los sectores industriales en detrimento de las mayorías pobres.
La mayor propensión al ahorro de los ricos, la no redistribución de la riqueza, la desregulación del sistema financiero y la desregulación del comercio, entre otros, generó crecimiento económico sin progreso ni bienestar para las mayorías pobres, pero, enriquecieron a grupos financieros y empresas transnacionales. Aquellos postulados acerca de la libertad y eficiencia del mercado, bajo el criterio ordenador anárquico basado en principios económicos, comunitarios y relaciones de poder (Cimadamore, 2006),produjeronresultados exactamente opuestos a los que se preveían.
En el año 2012, las cien personas más ricas del mundo se enriquecieron 241.000 millones de dólares más alcanzando los 1,9 billones de dólares (Bloomberg.com/news/2013-01-01). El aumento de las fortunas resulta de la reducción de las tasas impositivas y de los incentivos tributarios (impulsores); la flexibilidad normativa de los estados en la explotación del petróleo, de los minerales y la tierra (el caso de la explotación florícola en Ecuador); la privatización de activos públicos y  concesión de servicios públicos (la red vial ecuatoriana, las autopistas concesionadas en México, y lasprivatizacionesen Argentina); la liberalización salarial y el debilitamiento de los grupos sindicales.Los sindicatos están limitados, el trabajo se hace cada vez más para patrones o jefes anónimos, inidentificables, o para empresas transnacionales y sociedades que ordenan a sus administradores locales desde sitios desconocidos o distantes. Sin apoyo gubernamental, enfrentados a macroempresas transnacionales poderosas, se establecen normas y reglas inflexibles o fatales  en materia de salarios, seguros, horarios, seguridad industrial, para una explotación óptima de los recursos naturales, recursos humanos y dinero de los países pobres.
Angus Maddison (2008)establece tres periodos en función del crecimiento de las economías, correspondiendo la tercera etapa al periodo 1973-1992. Según Maddison, este crecimiento no es homogéneo ni equitativo entre los países, lo cual se refleja en el crecimiento del producto per cápita entre 1973 y 1992. Los mayores porcentajes son para Europa occidental, Estados Unidos y algunos países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Los países de América Latina crecen alrededor del 20% apenas. El panorama para América latina y África es pesimista, pues el crecimiento poblacional es mayor, el crecimiento económico es menor y la productividad es inferior, lo que tiende a incrementar las desigualdades e inequidades.

En un análisis muy similar, para el periodo 1960-1998, John Passé-Smith demuestra con datos del Banco Mundial que la tasa más alta de crecimiento del periodocorresponde a países de medianos ingresos  (2.21%), un crecimiento del 1.71% para los países de altos ingresos y, el más bajo crecimiento del 0.78% para los países más pobres.En cuanto a la distribución del ingreso, los datos y argumentos convergen con los cálculos sobre el aumento de la desigualdad en América Latina entre 1980-2008, con un coeficiente de Gini de 50 para 1980, 52 para 1992, 53.5 para 2002 y 51 para el año 2008, es decir, regresamos a niveles de 1980 aproximadamente (Gasparini, 2006) por aumento de los precios del petróleo y materias primas.

Minorías más ricas, mayorías más pobres, son los indicadores del 2012 y las expectativas de corto plazo que nos trae la información de Blomberg acerca de Red Apple GroupInc y su multimillonario propietario John Catsimatidis, o de Amancio Ortega de Inditex S. A. operador de Zara, o de Carlos Slim de AmericaMovil con su titulo de persona más rica del mundo (www.bloomberg.com/news/2013-01-01/).

4.      Interrogantes y reflexiones para el análisis
¿Existen realmente los equilibrios automáticos que postula el libre mercado? ¿Contribuyen el neoliberalismo y los postulados del Consenso de Washington al crecimiento económico con equidad? ¿Son las empresas transnacionales agentes del desarrollo y bienestar o más bien de pobreza e inequidad? Son los cuestionamientos que orientan nuestra investigación sobre las causas de la pobreza y desigualdades en América latina y el mundo y al papel que corresponde a las empresas transnacionales en el deterioro de la calidad de vida, destrucción del medio ambiente y dilapidación de los recursos naturales. De ahí nuestras preguntas de investigación: ¿Bajo qué condiciones se producen la inequidad y pobreza en el mundo? ¿Existe una relación de causalidad entre la doctrina y estrategias globales de las empresas transnacionales con la concentración de la propiedad, la pobreza y la destrucción del medio ambiente?¿Cómo sobrevivir entonces a la pobreza y destrucción de nuestro medio ambiente?
          Según los criterios de la ecología radical o profunda y crisis del espíritu de Boff, es necesario descender hasta las raíces de la cuestión, pues la crisis actual es una crisis de la civilización, de nuestro paradigma dominante y de nuestras formas y estilo de vida. El problema de fondo radica en el sentido de progreso y de prosperidad vía crecimiento ilimitado de los bienes materiales y servicios.

El modelo neoliberal actual privilegia el interés individual, un crecimiento económico ilimitado, crecimiento desmesurado del consumo, transferencia de recursos del sector público al privado, y una mayor polarización de la riqueza y del ingreso en el mundo global, bajo estructuras de mercado (nacional e internacional) anárquicas. En Ecuador y América Latina la tecnología y la productividad se encuentran a la saga de las economías centrales, acentuando la dependencia, ligando los periodos de auge y crisis a fenómenos naturales o de agotamiento o abundancia de recursos y cambios en el mercado mundial (es el caso de los precios del petróleo y sus fluctuaciones hacia el alta y hacia la baja). Tal como lo explica Carlos Larrea (2006), hay que explorar otras vías hacia una sociedad equitativa con sustentabilidad ambiental, aprovechando las características casi exclusivas del Ecuador en el contexto internacional: Desarrollo del ecoturismo, turismo, valoración de la biodiversidad y conformación de clústers.

Por la irracionalidad del modelo actual,la presión sobre el ecosistema, y un sistema internacional anárquico, el desinterés de los gobiernos tendría consecuencias fatales y costosas. 700.000 personas perdieron la vida en la década pasada y los costos por desastres climáticos podrían alcanzar los 250.000 millones de dólares en el 2100(Cimadamore y Sejenovich, 2010): “Se hace visible así la necesidad imperiosa de emprender un desarrollo diferente, basado sobre un uso racional de los recursos naturales y sociales, que promueva una producción sustentable, un consumo equitativo y el uso de tecnologías que limiten los efectos humanos sobre la naturaleza y el clima” (Cimadamore y Sejenovich, 2010: 16). Esto implicaría una serie de cambios a nivel de la institucionalidad estatal, las políticas públicas de incentivos a la producción, el crecimiento economico y distribución equitativa del ingreso, así como políticas de fortalecimiento del mismo Estado y de la sociedad civil ante los grupos de interés nacionales e internacionales.
De acuerdo con Andrade:
En Ecuador, la democracia liberal no ha logrado crear los medios políticos necesarios para corregir la concentración de riqueza prevaleciente, ni tampoco las relaciones de poder, basadas en la desigualdad que históricamente han caracterizado a la sociedad ecuatoriana. El desempeño del país en las dos últimas décadas del siglo XX fue pobre en términos del crecimiento economico, de la distribución de la riqueza, y del acceso sostenido de la mayor parte de la población a servicios de salud y educativos; tendencias que continúan en la presente década (Andrade, 2009: 7).
Y en materia de Estado y riqueza, Piketty afirma que:
Al final, en todos los países ricos, el desahorro público y la resultante disminución de la riqueza pública representan una parte significativa del incremento de la riqueza privada (entre la décima y la cuarta parte según los países) (Piketty, 2014: 204)

          Y posteriormente agrega:

Es importante indicar que los movimientos de transferencia de riqueza del sector público al privado no solo se dieron en los países ricos desde los años setenta; más bien fue una evolución general que se observa en todos los continentes (Piketty, 2014: 205).



En esta misma línea de reflexión se orienta el séptimo objetivo de desarrollo del milenio que busca garantizar la sostenibilidad del medio ambiente modificando patrones de producción y consumo, pues son los más pobres quienes sufren la degradación ambiental, la carencia de recursos, la degradación de suelos y la desertificación (Naciones Unidas, 2012).
La sociedad civil y la comunidad internacional enfrentan un reto de enormes dimensiones, con un Estadodebilitado y reducido por la globalización y poder de los grupos corporativos transnacionales en un sistema internacional anárquico. A pesar de ello, muchos autores se pronuncian por la democratización de los países y la cooperación internacional como alternativas de salvamento, con gobiernos unificados y coherentes, representando intereses comunitarios con fines de supervivencia, sometidos a  mecanismos de social accountabilitydesde la sociedad civil y comunidad internacional. En todo caso, ante la pobreza y destrucción ambiental, la democracia inclusiva y la cooperación internacional, más que una opción, se convierten en una necesidad. En cachéHaz hecho público que te gusta. Deshacer

Bibliografía
Amín, Samir. La Acumulación en Escala Mundial. México: Siglo XXI, 1972.
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Boff, Leonardo. Ecología grito de la tierra, grito de los pobres. Madrid: Ed. Trotta, 1997.
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Cimmadamore, Alberto.Cattani, Antonio. La construcción de la pobreza y la desigualdad en América Latina: Una introducción.  Buenos Aires y Porto Alegre, 2007.
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Yip, Georges. Globalización.Grupo Editorial Norma, 1993.

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